La Comisión de Interior del Congreso no va a conseguir los apoyos suficientes para instar al Gobierno a que derogue la ley de Seguridad Ciudadana, que con apenas ocho meses de vida se ha visto sometida a uno de los primeros debates de este órgano parlamentario en la XI Legislatura.

Pese a que la conocida como ley Mordaza ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional por el PSOE, que la criticó de forma reiterada, este partido no ha aceptado la proposición no de ley de ERC que pedía la derogación de una de las normas estrella del Gobierno del PP.

Si en la votación se mantienen las posturas expresadas durante el debate, la proposición no saldrá adelante, toda vez que no contará con los apoyos de PSOE y Ciudadanos, además de PP y UPN, los grupos que respaldaron la aprobación de la ley.

Tanto el PSOE como Ciudadanos han presentado sendas enmiendas a la proposición en las que instan a una reforma de la vigente ley pero no a derogarla, algo que "no tiene mucho sentido", ha dicho el portavoz socialista, José Miguel Camacho, que ha defendido eliminar todos los preceptos que su partido ha recurrido ante el TC.

El objetivo del PSOE, ha añadido Camacho, es "volver a la ley que estaba anteriormente en vigor", la ley de 1992 denominada ley Corcuera o ley de la patada en la puerta.

A falta de la votación, tampoco Ciudadanos va a apoyar la iniciativa de ERC pese a que considera que el texto "atenta contra la separación de poderes" y es una muestra del "abuso del rodillo" del Gobierno del PP, en palabras de su portavoz Diego Clemente que ha defendido "retocar" la norma con algunas modificaciones en aspectos como el derecho de reunión o las devoluciones en caliente.