El exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha señalado que en el año 2000 puso en marcha una empresa familiar, denominada Namasté, en la que puso como socios a dos de sus hijos, que entonces contaban con tres y cuatro años, si bien ha precisado que no llegó a ser utilizada.

Así lo ha explicado al ser preguntado al respecto por el abogado del excontable de Nóos Marco Antonio Tejeiro, sobre lo cual Urdangarin ha manifestado que el colocar a sus hijos lo hizo de forma simbólica para que tuvieran una mera participación en la empresa.

Tal y como ha recordado, estaba trabajando en la sociedad Octagon Esedos cuando uno de los empleados le propuso crear una nueva mercantil, que sería Namasté, pero que "no se llegó a utilizar".