El antiterrorismo francés no tiene pruebas de que el etarra Xabier Goienetxea fuera el segundo tirador que mató al policía francés Jean-Serge Nérin, pese a que el principal de los cargos por los que está siendo juzgado es homicidio voluntario.

El comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT) Laurent Hury reconoció hoy ante el Tribunal de lo Criminal de París que no disponen de "elementos que permitan identificar al segundo tirador", después de explicar las razones por las que están convencidos de que el primero era el entonces jefe militar de ETA, Mikel Carrera Sarobe.

Hury afirmó que "resulta manifiesto que (Goienetxea) formaba parte del comando" que el 16 de marzo de 2010 robó cinco coches en un concesionario de vehículos de ocasión de Villiers en Bière, a unos 50 kilómetros de París, antes de toparse con una patrulla de policía con la que mantuvo un tiroteo en el que fue abatido el brigadier jefe Nérin.

Precisó que en el lugar del tiroteo se encontraron diversos objetos personales de Goienetxea, incluida una libreta con anotaciones, y que su traza ADN se halló en un Renault Espace en el que varios miembros del grupo huyeron.

Ese vehículo fue abandonado apenas una hora después en una ciudad limítrofe con París.

El abogado de Goienetxea sostuvo que no sólo no hay pruebas de que su defendido disparara contra Nérin, sino que además los objetos de este etarra encontrados en el lugar de los hechos -un camino rural a poco más de un kilómetro del concesionario- tampoco son concluyentes sobre su presencia allí.

En concreto, había una mochila con efectos personales y una libreta con anotaciones que se le atribuyen.

Goienetxea Iragorri se había integrado en fechas recientes en la actividad clandestina de la organización terrorista cuando se produjeron los hechos de Villiers en Bière, según el comandante antiterrorista.

Además, Hury se reafirmó en la idea de que Carrera Sarobe fue uno de los que disparó mortalmente contra el policía francés, del que dijo que "es oficialmente la víctima (mortal) número 829 de ETA", la última y el primer agente de las fuerzas del orden francesas que perdió la vida en una acción con esta organización terrorista.

Al año siguiente, en abril de 2011, un gendarme resultó herido en otro tiroteo con miembros de la banda.

Goienetxea, que fue detenido el pasado 7 de julio en el País Vasco francés, está inculpado de un total de trece cargos, incluido el de homicidio voluntario -el más grave- en este proceso, en el que se sienta en el banquillo junto a otros cinco etarras acusados por los hechos de Villiers en Bière.

Los otros son Carrera Sarobe (principal encausado), Arkaitz Aguirregabiria del Barrio, Joseba Fernández Aspurz, Josu Urbieta Alcorta e Izaskun Lesaka Argüelles.