El rey Felipe VI ha revocado el título de duquesa de Palma de Mallorca que disfrutaba la infanta Cristina medio año después de que el juez instructor del caso Nóos, José Castro, decidiera llevarla a juicio como presunta cooperadora en dos delitos fiscales.

Tras meses de especulaciones sobre si Cristina iba a renunciar a este título, que le confirió su padre en 1997, o a sus derechos dinásticos, finalmente ha sido su hermano, poco antes de que se cumpla un año de su proclamación como rey, quien ha firmado un Real Decreto, que publicará hoy el BOE, en el que se la despoja del Ducado.

La última decisión judicial importante que afectó a la infanta Cristina tuvo lugar el pasado 22 de diciembre, ya bajo el reinado de Felipe VI, cuando el juez Castro dictó un auto de apertura de juicio oral en el que establecía que la hermana pequeña del monarca será juzgada por la Audiencia de Palma como presunta cooperadora en dos delitos fiscales cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin.

Cristina, apartada de toda actividad institucional desde finales de 2011, dejó de ser miembro de la Familia Real tras la abdicación de Juan Carlos y la proclamación de Felipe VI, el 19 de junio, al pasar de ser hija a hermana del rey.

Ante la decisión de Castro de llevarla a juicio, la Casa del Rey expresó su respeto a la independencia del poder judicial y en los mismos términos se pronunció hace un año, el 25 de junio, cuando el juez mantuvo la imputación de Cristina, después de que compareciera en su juzgado el 8 de febrero.

Cristina no estuvo presente ni en la ceremonia de proclamación de su hermano en el Congreso ni en la de abdicación de su padre la víspera en el Palacio Real, a diferencia de su hermana mayor, la infanta Elena, que asistió a ambas.

La única vez que Cristina ha coincidido en público con su hermano desde que es Rey fue el pasado lunes, en el funeral en memoria de Kardam de Bulgaria.