La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró ayer que la futura Ley de Seguridad Nacional, cuyo anteproyecto fue aprobado en Consejo de Ministros, no supondrá la suspensión de ningún derecho ni libertad, así como tampoco la asunción de competencias autonómicas y locales por parte del Estado.

"La declaración de la situación de interés para la seguridad nacional no puede implicar la suspensión de ningún derecho. Para eso están los estados de alarma, excepción y sitio que recoge la Constitución y tienen su propia ley orgánica. Y no se trata de asumir el mando de nada, sino de poner nuestros instrumentos a disposición de la envergadura de una situación", explicó Sáenz de Santamaría en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La vicepresidenta señaló que el anteproyecto de Ley Orgánica de Seguridad Nacional aprobado tiene la finalidad de regular un "funcionamiento óptimo de los recursos del Estado para la defensa de la seguridad de los ciudadanos", potenciando así las capacidades de todo el Estado para "responder ante crisis".

Así, puso como ejemplo una catástrofe como puede ser un terremoto, la cual requiere de la utilización de medios de varios ministerios.