El coordinador general de CDC, Josep Rull, ha pedido hoy "determinación política" y "destreza jurídica" ante la ofensiva "sin precedentes" del Estado contra un proceso soberanista que es "irreversible" e "indestructible", y en vísperas de la reunión del presidente catalán con los partidos proconsulta.
CDC ha presentado su campaña para la eventual consulta del 9 de noviembre un día después de que el presidente catalán, Artur Mas, se reuniese con los líderes de los partidos soberanistas en vísperas de la cumbre que debe abordar el escenario abierto tras la suspensión cautelar de la ley de consultas y del decreto de convocatoria.
Ante la suspensión del Tribunal Constitucional, Rull ha constatado que la unidad entre los partidos proconsulta es "firme y sólida", conscientes de que el "problema grave" lo tenemos "enfrente", con un Gobierno y unas instituciones del Estado que practican una "ofensiva sin precedentes" en Europa contra un proceso democrático, ha esgrimido.
Por ello, y en vísperas de la cumbre de mañana en la que se fijará la hoja de ruta a seguir a partir de ahora tras la suspensión del Alto Tribunal, Rull ha reclamado "determinación política" y "destreza e inteligencia jurídica" para que se celebre la consulta soberanista del 9N.
Según Rull, el proceso soberanista es "irreversible e indestructible" si se mantiene esta unidad "firme y sólida" que han exhibido hasta ahora, a su juicio, los partidos proconsulta, junto a la movilización ciudadana en favor del 9 de noviembre.
"Todos somos conscientes que las dificultades la tenemos delante con su huida hacia adelante del Gobierno del PP y, ahora, tenemos que trabajar para reforzar esta unidad. Por eso, la cumbre de mañana la afrontamos con preocupación por lo que tenemos enfrente, pero con esperanza", ha explicado.
En la cita de mañana, ha explicado Rull, se abordarán cuestiones como el registro de participación de la eventual consulta o las comisiones de seguimiento territoriales, iniciativas que desarrollan una ley, la de consultas, suspendida cautelarmente: "Habrá que ver la reacción del Estado", ha dicho el líder de CDC, aunque ha asegurado que "no nos quedaremos de brazos cruzados".