Fitch ha elevado hoy la perspectiva de la Comunidad de Madrid de negativa a estable, y le ha mantenido la nota (en BBB, aprobado); mientras que ha conservado para Cataluña y Castilla La-Mancha tanto la calificación de su deuda (BBB-, a un paso del bono-basura) como la perspectiva estable.

La agencia de calificación de riesgos ha emitido hoy sendos informes sobre estas tres comunidades autónomas.

Recuerda que está prevista una revisión del sistema de financiación autonómica por parte del gobierno central.

Sin embargo, considera que es muy pronto para sacar ninguna conclusión de lo que significará el nuevo sistema.

En el caso de la Comunidad de Madrid, Fitch espera una recuperación del PIB regional de entre un 1,4 y un 2 % en el periodo 2014-2016, lo que generará un crecimiento de los ingresos.

También la mejora económica nacional se traducirá en mayores ingresos fiscales para la región, aunque la "complejidad" del sistema de financiación podría provocar que el crecimiento de estos ingresos fuese moderado.

No obstante, la balanza por cuenta corriente puede afrontar alguna volatilidad en el medio plazo, ya que el espacio para la adopción de nuevas medidas de austeridad es ahora limitado.

También se espera que los indicadores socio-económicos regionales se recuperen mejor que la media nacional, dado que el PIB per cápita está por encima, así como los datos de empleo.

Se recuerda asimismo que Madrid es un contribuyente neto al sistema de financiación.

La nota de la Comunidad podría elevarse en caso de una mejora del saldo fiscal y del pago de la deuda, si esta deuda se estabilizara o si se sustanciara un nuevo sistema de financiación que favoreciera a Madrid; mientras que empeoraría si continúa el déficit más allá de 2016 o si la deuda crece por encima de lo esperado.

En el caso de Cataluña, Fitch asegura que su calificación refleja la debilidad de su comportamiento operativo y el incremento de la carga de su deuda, que es "relativamente alta" respecto a sus ingresos.

No obstante, también contempla su "fuerte compromiso" con el cumplimiento de los objetivos fiscales.

Fitch espera que la región tenga un balance operativo positivo en los dos próximos años, pero la carga de los intereses de la deuda lo llevará a negativo.

La nota catalana está apoyada por el "suelo" que se otorgó a las comunidades autónomas, dos escalones por debajo de la deuda española (BBB, con perspectiva estable), y que se basa en los elementos que a su juicio reducen la posibilidad de suspensión de pagos en las regiones, como la ley de estabilidad presupuestaria y el FLA.

Fitch cree que el Estado mantendrá el apoyo financiero a Cataluña en tanto en cuanto demuestre sus esfuerzos para reducir el déficit; mientras que espera que la deuda siga creciendo aunque de manera más lenta.

La agencia cree que a pesar de las tensiones políticas entre el gobierno regional y el central debido a los movimientos independentistas, el Estado seguirá aportando ayuda a la región si es necesario.

La agencia revisará el "suelo" para las comunidades si las medidas de apoyo extraordinario del gobierno central se cancelan, en cuyo caso es probable que Cataluña baje dos escalones más su nota (a BB, bono basura) salvo si el gobierno regional es capaz de mostrar un superávit estructural.