Medio centenar de personas han retomado hoy las tareas de desescombro del edificio de Can Vies, que empezaron el pasado sábado para reconstruir el centro okupado que el Ayuntamiento de Barcelona empezó a derribar hace una semana.

El alcalde Xavier Trias ordenó paralizar el derribo la semana pasada como muestra de la voluntad del consistorio de solucionar el conflicto, que comenzó el pasado 26 de mayo tras el desalojo por orden judicial del edificio, propiedad de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) y okupado desde 1997.

El desalojo y comienzo de las tareas de derribó provocó la semana pasada numerosos incidentes violentos en las calles del barrio de Sants de Barcelona, que se prolongaron hasta el pasado sábado 31 de mayo.

Las personas que han secundado hoy la convocatoria para la reconstrucción de Can Vies van equipadas de cascos y guantes y en algunos casos incluso con mascarilla para protegerse del polvo.

Las labores que llevan a cabo son la retirada de los escombros de la parte demolida para dejar un espacio liberado en el que puedan llevarse a cabo actividades al aire libre.

La "reconstrucción" se ha retomado a pesar de que el ayuntamiento ha advertido del peligro de acceder al edificio y circular por sus alrededores, e incluso ha enviado a las entidades que okupaban el inmueble dos informes de valoraciones de riesgo, el de los bomberos y el de la empresa de derribos.

El Ayuntamiento de Barcelona, por su parte, ha retirado hoy la excavadora quemada el segundo día de protestas.

El colectivo de Can Vies ha convocado mañana una asamblea en la que se decidirá cómo será la reconstrucción, que sus arquitectos ven viable porque consideran que la estructura del inmueble no peligra, en contra de lo que señalan los dos informes técnicos citados.