Casi 1.300 inmigrantes irregulares entraron a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y unos 6.000 más lo intentaron desde el 6 de febrero, fecha en la que 15 subsaharianos fallecieron cuando trataban de alcanzar la playa ceutí del Tarajal.

Un suceso que volvió a poner en primera página el fenómeno de la inmigración irregular, cuestionó algunos medios antidisturbios empleados por la Guardia Civil para repeler la llegada ilegal y provocó un debate político que llegó a las instituciones europeas.

Desde esa fecha, muchos fueron los intentos por alcanzar territorio español, que previsiblemente no cesarán toda vez que, según datos del Ministerio del Interior, 40.000 inmigrantes esperan en Marruecos su oportunidad y otros tantos en Mauritania.

Según el recuento hecho por Efe, casi 1.300 inmigrantes consiguieron ya su objetivo y muchos de ellos se hacinan en el centro de estancia temporal de extranjeros de Melilla, con una ocupación muy por encima de su capacidad.

En Ceuta unos 80 inmigrantes lograron cruzar la frontera y alrededor de 1.900 fracasaron.