El presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), Juan Luis Ibarra, ha criticado hoy las cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla, que ha definido como "un apabullante símbolo de la Europa fortaleza, atacada de miedo a la libertad".

Ibarra ha cerrado hoy en Bilbao el congreso del sindicato de la Ertzaintza Erne, con una intervención en la que ha dicho que hace treinta años, se veía "con mayor claridad la imprescindible supeditación de la seguridad a los derechos y libertades".

El presidente del Superior Vasco ha opinado que es responsabilidad de los gobiernos "aportar la inteligencia necesaria para mantener en muy estrecha conexión las medidas de preservación del orden ciudadano con la misión constitucional de la policía de proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades públicas".

"La desconexión fatídica -ha lamentado- se produce cuando se olvida que la tranquilidad a proteger por las medidas policiales es aquella, y sólo aquella, que permite ejercer de forma libre y responsable los derechos y las libertades reconocidos constitucionalmente".

Ibarra ha subrayado que "hace treinta años esta imprescindible supeditación de la seguridad ciudadana a un orden de derechos y libertades la veíamos con mayor claridad que hoy".

"En los últimos decenios, una parte significativa de nuestra sociedad, en sintonía con la deriva de lo peor de la cultura política europea, se ha ido empapando de un creciente miedo a la libertad", ha lamentado.

"¿Cómo si no entender que nos hayamos limitado a avergonzarnos y no hayamos cambiado un ápice del derecho comunitario después de que el pasado 3 de octubre 363 africanos huidos del hambre y de la guerra perdieran la vida en las aguas de Lampedusa, y que naufragaran a la vista de europeos, que invocaron las normas de protección de la seguridad de fronteras como pretexto para pasar de lado a su lado sin ayudarles?", se ha preguntado.

"¿Cómo si no entender que la opinión pública no haya obtenido del Ejecutivo español el reconocimiento eficiente, sin boca pequeña ni medias palabras, de que las cien mil cuchillas concertinas instaladas en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, de que la pérdida de quince vidas humanas en directa relación con el disparo de más de 140 pelotas de goma lanzadas para disuadir a los emigrantes que intentaban llegar al playa ceutí, de que estas actuaciones no constituyen medidas de seguridad ni pública ni ciudadana?", ha añadido.

El magistrado ha concluido que lo que realmente constituyen estas actuaciones de contención de inmigrantes es "el más apabullante símbolo de la más sangrante definición de la Europa fortaleza, atacada de un miedo a la libertad que le lleva a no reconocer la condición de personas a los emigrantes africanos".