El primer presidente de Gobierno de la democracia, Adolfo Suárez González, artífice de la transición a un régimen de libertades después de cuatro décadas de dictadura, murió ayer a los 81 años, rodeado de la familia. El fallecimiento, a las 15:03 horas en la clínica Cemtro, fue consecuencia de la evolución natural del alzhéimer que padecía (desde hacía casi 10 años), explicó la doctora Isabel de la Azuela.

El Gobierno decretó tres días de luto oficial y la noticia causó una catarata de reacciones institucionales, políticas y sociales, reconociendo, en general, su trabajo incansable por la democracia y la reconciliación a fuerza de carisma, tesón, diálogo y consenso.

La capilla ardiente se instalará hoy (será abierta al público a partir de las 11:00, hora de Canarias) en el Congreso de los Diputados, donde permanecerá durante 24 horas, después de que el cuerpo fuera velado ayer por la familia en la clínica.

El portavoz de la familia, Fermín Urbiola, adelantó la noticia a las 15:14 horas a los medios situados en el exterior de la clínica, en medio de la confusión y nerviosismo, y agradeció el cariño mostrado hacia el expresidente. "Sólo quiero daros las gracias por estar aquí, por comunicar, por hacernos fácil a la familia este trago. Quiero pediros disculpas por haberos tenido aquí 48 horas, pero no han sido mejores que las que hemos pasado nosotros", dijo su hijo, Adolfo Suárez Illana.

Suárez se encontró en un estado "muy confortable" en todo momento, con un tratamiento ajustado a sus necesidades y con buen control de los síntomas, lo que le permitió, señalado la doctora De la Azuela, estar "muy sereno y cómodo" junto a la familia hasta los últimos momentos.

Ingresado desde el lunes pasado, sufrió anteayer un empeoramiento neurológico progresivo, después de que el viernes su hijo anunciara que el desenlace era "inminente". La doctora precisó que su nivel de consciencia empeoró "progresivamente".

En un mensaje de pésame difundido por la Casa del Rey, el jefe del Estado animó a seguir el ejemplo de consenso que dio en su día Suárez para lograr "la mejor articulación de la diversidad de España" y la "recuperación de la legítima posición" del país "en el escenario internacional", asegurando que su muerte le llena "de consternación y de pena" y recuerda que tuvo en Suárez "a un amigo leal y, como rey, a un colaborador excepcional".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, consideró que "es el momento de mostrar respeto y agradecimiento hacia el hombre de concordia que hizo posible la democracia en España" y que "abrió las puertas de Europa" a este país, mientras el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo que Suárez "supo unir a quienes desde posiciones políticas distintas compartían con él un compromiso por la libertad y la firme voluntad de construir una España en la que cupiéramos todos". Para José María Aznar, el político fallecido ya tiene "un puesto de honor" por su aportación a la democracia y a la historia de España, mientras que José Luis Rodríguez Zapatero indicó que la hazaña que supuso la transición sólo se entiende a partir de la actitud de Suárez, "de su afán de concordia, de su determinación, de su valentía".

El también expresidente Felipe González subrayó que "el paso de una dictadura a una democracia pluralista, tantas veces frustrada en nuestro país, se debe a su tarea". Para ensalzar su figura, González afirmó que "sus cualidades para el diálogo y el compromiso, desde la fortaleza de su liderazgo, han sido claves para que nuestro país haya conseguido el marco de convivencia en libertad más importante de nuestra historia".

Desde la comunidad internacional y desde las esferas políticas, sociales, económicas, sindicales, culturales y deportivas, desde la sociedad española, en general, ayer coincidieron todos los pronunciamientos en valorar y resaltar la figura de quien fuera el primer presidente de la democracia española.

Retirado de la política en 1991, Suárez dedicó los últimos años a a la familia y lo justificó así: "Yo ya he hecho mi trabajo y ahora tengo deudas que cumplir con ella, por tantos años que he dedicado a la política". Fueron exactamente 42, desde que comenzara su carrera en tiempos del franquismo. "He sido un buen servidor del Estado y de los españoles", declaró en 1995 al ser preguntado por su labor al frente del Gobierno, en un programa televisivo en el que elogió al Rey.

Nombrado presidente del Gobierno el 3 de julio de 1976, impulsó la Ley Fundamental de Reforma Política, que desmontó la dictadura y abrió el camino a la democracia. Pactó con los dirigentes de la izquierda en la clandestinidad y el exilio, como Felipe González y Santiago Carrillo, para hacer posibles las primeras elecciones libres, el 15 de junio de 1977, ganadas por la UCD, que el propio Suárez presidía.

En octubre de ese año negoció y firmó con los dirigentes de los principales partidos políticos los denominados "Pactos de la Moncloa", apoyados por la patronal y los sindicatos. Durante su primer mandato, hasta las elecciones del 1 de marzo de 1979, se consensuó y aprobó el texto de la Constitución, refrendado en referéndum el 6 de diciembre de 1978.

Comenzó entonces, ya como primer presidente constitucional, la etapa más difícil de su gobierno, asediado por el terrorismo, la inflación y el creciente desempleo, una descentralización del poder del Estado que dio lugar a las autonomías y con una crisis ideológica en el seno de su propio partido. Las duras críticas a su gestión, la crisis interna de UCD y la falta de apoyos sociales lo llevaron a dimitir el 29 de enero de 1981. Tres semanas después, el 23 de febrero de 1981, se produjo el intento de golpe de Estado. Después fundó el CDS, un partido de centro que obtuvo varios diputados y senadores, pero que no se consolidó.

Adolfo Suárez será enterrado mañana en el claustro de la catedral de Ávila.

"El actor principal de la restauración democrática"

El presidente de la Cámara regional, Antonio Castro, mostró su pesar y el del Parlamento de Canarias "a los hijos, familiares y amigos del expresidente Adolfo Suárez González, por su fallecimiento tras una larga y penosa enfermedad, llevada con la dignidad ejemplar en la que transcurrió toda su vida", dijo.

Agregó que "no por esperada, la muerte de Adolfo Suárez, el actor principal de la restauración democrática, nos ha liberado de la consternación que sufre el país ante la pérdida de un político histórico que en las peores circunstancias sacó a España de su atraso". Concluyó recordando "la especial sensibilidad con la que trató las singularidades de nuestro Archipiélago".

"Dio auténtico sentido al diálogo y al consenso"

El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, destacó de Suárez que "simboliza la voluntad de entendimiento que tanto se echa de menos en España" y resaltó que "es una de las figuras más importantes de la historia reciente de España, que dio auténtico sentido al diálogo y al consenso como principios inspiradores de la acción política".

Para Rivero, hay que reivindicar no solo la herencia de Suárez, sino su manera de entender la política y el ejercicio de las responsabilidades públicas, especialmente ahora que "tanta falta hace" y tanto se echa en falta el espíritu conciliador y la generosidad.

"Es ejemplo y paradigma de una transición política"

El ministro de Industria, Energía y Turismo y presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, rindió tributo a la "obra ingente" de Adolfo Suárez y destacó que Canarias fue muy importante en su historia política, afirmando que el Archipiélago siempre apoyó su proyecto.

Soria resaltó que España fue durante la transición un ejemplo de cómo hay que hacer las cosas y de cómo se puede pasar de una dictadura a una democracia de forma pacífica.

En la clausura de la convención del PP, no se olvidó de que en 1975 se inició una de las obras que, en términos políticos, "es ejemplo y paradigma de una transición política". "Fue la que entre todos, de un signo y de otro, de unas idea y otras, pudimos hacer con mucho esfuerzo", matizó.