Una operación policial conjunta hispano-marroquí, que aún continúa abierta, permitió desmantelar ayer una célula terrorista de siete miembros activa en ambos países y dirigida por un español desde la ciudad de Melilla, que organizaba el envío de voluntarios a la yihad o "guerra santa".

Según dijeron a Efe fuentes cercanas al operativo, el envío de yihadistas "ha continuado prácticamente hasta ayer", y fueron "muchos" los que han partido a combatir desde España y Marruecos, primero a Mali y a Libia, y últimamente a Siria.

Hasta ahora se había detectado un activo foco hispano-marroquí de reclutamiento de yihadistas en la región entre la ciudad española de Ceuta, y las marroquíes de Castillejos y Tetuán, y este parece ser un segundo foco situado más al este y con epicentro en la ciudad de Melilla. De hecho, los detenidos lo fueron en las ciudades de Melilla, Larui (una población marroquí a unos 30 kilómetros al sur) y Málaga, en el Sur de España.