El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, subrayó ayer que la única salida para ETA es su disolución y que a cambio no hay que darle nada, en una segunda jornada del debate del estado de la nación que estuvo marcada por las reivindicaciones territoriales de los grupos minoritarios. Al margen de ello, la situación económica y las nuevas medidas para incentivar el empleo estuvieron presentes, aunque el presidente subrayó que no modificará el rumbo de las políticas emprendidas.

En una jornada en la que el jefe del Ejecutivo respondió a las intervenciones de los portavoces del PNV y del Grupo Mixto (Amaiur, ERC, CC, BNG, Compromis-EQUO, Foro Asturias, Geroa Bai y UPN), la política antiterrorista entró en el debate después de que el martes, tal y como le reprochó el portavoz nacionalista, Aitor Esteban, Rajoy no hiciera referencia al mismo.

Ayer Rajoy recalcó que la disolución es la única vía para ETA y preguntó: "¿Es tan difícil?, ¿por qué no se lo pide?, ¿tenemos que darle algo a cambio? y ¿por qué tengo que darle algo a cambio? y ¿qué tengo que darle a cambio?".

Esteban dijo que la "desidia" de Rajoy "es la que permite que ETA siga prolongando la teatralización de su final" y le preguntó si lo que desea es darle "la excusa perfecta" para "eternizar su desaparición".

Las reivindicaciones territoriales entraron en el debate, después de que el PNV instara a Rajoy a iniciar los procedimientos necesarios para modificar la Constitución para que las sociedades catalana y vasca puedan sentirse "a gusto".

Ante esas peticiones de más autogobierno, Rajoy le recordó que no hay un sólo Estado en el mundo con un nivel de descentralización política y administrativa mayor que España y que la UE camina hacia una mayor unión fiscal, monetaria, económica y política.

El jefe del Gobierno respondió en un sentido similar al resto de grupos que le pidieron que dé pasos en este tema afirmando que la Constitución no es "inmodificable" pero hizo hincapié en que para abordar algún cambio es necesario consenso y prudencia.

En cuanto a la economía, el presidente aseguró que no va a "cambiar el rumbo" de su política económica porque ya ha empezado una etapa de crecimiento económico, aunque sea "modestamente". Dicho esto, confió en que el PSOE "no se equivoque" en este momento al diagnosticar la recuperación como en su día lo hizo negando la crisis económica.

"Espero que quienes se equivocaron, como lo hicieron cuando no supieron diagnosticar la crisis, no se equivoquen ahora y sepan diagnosticar el inicio de la recuperación económica", declaró Rajoy durante su última intervención ante el Debate sobre el estado de la nación, en respuesta al discurso del líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Rajoy, que ha agradecido al Grupo Popular el apoyo en estos dos años difíciles, dijo que las decisiones tomadas y las reformas emprendidas empiezan a producir resultados. Por eso, se ha mostrado convencido de que el balance del próximo año será "sin duda más fructífero".