La nueva secretaria general de UGT-Andalucía, Carmen Castilla, que fue elegida ayer en el comité extraordinario con un 83% de los votos de 118 delegados, se propone recuperar la "credibilidad" del sindicato, "no la legitimidad, que la avalan sus afiliados, sus acciones y la Constitución".

Carmen Castilla, de 45 años, enfermera de profesión y trabajadora del hospital Virgen Macarena de Sevilla, entró a formar parte, en el último congreso de UGT-A en junio del 2013, de la ejecutiva al frente de la Secretaría de Políticas Sociales e Igualdad.

Con la elección de la primera mujer que liderará UGT-Andalucía en sus 125 años de historia, se cubre la vacante que dejó Francisco Fernández Sevilla cuando dimitió en noviembre pasado tras cinco meses en el cargo de secretario general a raíz de la investigación judicial por un supuesto desvío de los fondos de formación.

Castilla garantizó que "habrá un antes y un después porque empezamos de cero a recuperar la credibilidad, que no la legitimidad, que la avalan afiliados, sus acciones y la Constitución".

Igualmente, hizo hincapié en que centrará su gestión en la defensa de los trabajadores de los "múltiples ataques que suponen las últimas reformas del Gobierno".

En declaraciones a los periodistas, la nueva secretaria general garantizó ayer que "empieza una nueva andadura donde se marcará una diferencia tremenda con proyecto novedoso e ilusionante" y ha asegurado que tras varios meses de debate interno UGT-Andalucía sale del comité extraordinario "más unida que nunca".

Defendió que los miembros de un comité están igual o incluso más legitimados para elegir a un secretario general que un congreso.