El Rey hizo un llamamiento a la unidad de España en su tradicional discurso de Nochebuena, en el que pidió al conjunto de la sociedad "seguir construyendo" entre todos un país "unido dentro de su diversidad", en el que "cabemos todos", e invitó a las fuerzas políticas en particular a que "sin renunciar a sus ideas, superen sus diferencias para llegar a acuerdos" que beneficien "a todos" y "hagan posibles las reformas necesarias".

En su mensaje más importante del año, el único que escribe la Casa del Rey y no el Gobierno, Don Juan Carlos hizo una alusión no explícita al desafío soberanista en Cataluña, aconsejando "generosidad para saber ceder cuando es preciso, para comprender las razones del otro y para hacer del diálogo el método prioritario y más eficaz de solución de los problemas colectivos".

Eso sí, sentado tras una mesa en la que reposa un ejemplar de la Constitución, el monarca dejó claro la necesidad de que "se cumplan y hagan cumplir la Constitución y las leyes" y de que "las diferencias y las controversias se resuelvan con arreglo a las reglas de juego democráticas aprobadas por todos". "El respeto de esas reglas es la garantía de nuestra convivencia y la fortaleza de nuestra democracia. Esta es una verdad incuestionable que debemos tener muy en cuenta", subrayó.

Ese llamamiento a que los españoles sigamos construyendo "juntos" nuestro futuro se justifica, explicó, porque a los españoles "nos unen y nos deben seguir uniendo muchísimas cosas", entre ellas, el "afán de asegurar un porvenir sólido, justo y lleno de oportunidades", la intensidad de los lazos históricos, culturas y lenguas que compartimos, y "la solidaridad" demostrada siempre ante las grandes adversidades y necesidades de nuestros vecinos.

En definitiva, y citando el discurso que su hijo, Don Felipe, pronunció en la última edición de los Premios Príncipe de Asturias, el Rey defendió que "España es una gran Nación que vale la pena vivir y querer, y por la que merece la pena luchar".

El Rey comenzó su discurso con una mención a quienes con más dureza está golpeando la crisis (desempleados, desahuciados) pero también a quienes están aportando "lo mejor" de su "creatividad y talento" para superar las dificultades, sin olvidar a servidores públicos, inmigrantes, expatriados y a los pensionistas, "soporte de muchas economías familiares". Y aunque se refirió a los "indicios de recuperación que se están empezando a ver y que tienen que ser todavía más sólidos", dijo que para él "la crisis empezará a resolverse cuando los parados tengan oportunidad de trabajar".