Dos víctimas del terrorismo, Carmen Hernández y Pedro María Baglietto, han coincidido hoy en la importancia del perdón, en inculcar a los jóvenes que no hay que odiar y han resaltado que ninguna de las familias de las más de 800 víctimas de ETA ha optado por la venganza.

Hernández, viuda del concejal del PP de Durango asesinado en el 2000 Jesús Mari Pedrosa, y Baglietto, cuyo hermano Ramón, edil de UCD, fue asesinado por la banda terrorista en 1980, han participado hoy en un seminario sobre "La contribución educativa y social de las víctimas de la violencia y del terrorismo a la reconciliación", organizado por el centro Bakeola en el Palacio Euskalduna de Bilbao.

El objetivo de la conferencia ha sido que contaran la presencia de ambos en las aulas, donde han narrado en años pasados voluntariamente su experiencia para que los niños conocieran sus vivencias.

Carmen Hernández ha recordado el acoso que el matrimonio y sus dos hijas soportaban desde tres años antes del asesinato: "Primero en su persona, luego en casa, nos empapelaban la escalera, nos dejaban velas. Nuestra vida familiar era triste y era doloroso ver la impasibilidad de la gente".

"Pensé que si mis hijas me veían bien a mí, ellas iban a estar mejor. Mi hija se casaba al mes siguiente, y seguimos con la boda. Es más adelante cuando te derrumbas. Tengo buena gente a mi lado y al final he ido superándolo", ha relatado Hernández sobre la actitud que adoptó después del asesinato.

Ante la propuesta de trabajar en las aulas, la víctima ha afirmado: "Pensé que podía ser enriquecedor para los jóvenes, y por eso me presté. Hacerles conocer mi historia de una forma delicada creía que sería positivo".

La viuda de Pedrosa estuvo con cuatro grupos, con alumnos de cuarto de ESO y primero de Bachillerato.

"La primera vez, ante 50 niños. Al principio, no sabes cómo van a reaccionar, me quedé asombrada del respeto y de cómo me escucharon. Se trataba de compartir con ellos el día más triste de mi vida, contárselo de manera sencilla, sosegada, sin odio", ha recordado.

Incluso, les habló de los presos de ETA. "Lo he vivido de cerca. He visto familias que han sufrido mucho, madres que el hijo se ha metido en ese mundo del terror. Les hablé de la importancia del arrepentimiento, del reconocimiento del daño causado", ha apuntado.

La viuda de Pedrosa concluyó diciéndoles a los alumnos que "había perdonado" y que no tenía necesidad de que le pidieran perdón.

Pedro María Baglietto ha rememorado que cuando mataron a su hermano tuvo "primero la reacción humana de la venganza, de coger una metralleta, pero afortunadamente estaba a 400 kilómetros".

"Y como también tenemos el sentido racional, cuando llegué a Azkoitia nos abrazamos llorando, y diciendo tenemos que perdonar, tenemos que perdonar", se dijo.

"Esto no es obligatorio. Nuestros padres tenían una profunda convicción religiosa, nosotros no tanto, pero optamos por perdonar", ha agregado Baglietto.

El hermano del concejal asesinado ha destacado que ninguna de las más de 800 familias de las víctimas de ETA "ha ejercitado la venganza".

"Eso es una actitud generosa. Si se hubiera ejercido la venganza, esto habría sido el Ulster, y afortunadamente sólo ha habido unos que matan y otros que mueren", ha declarado.

Baglietto, que desde hace años pronuncia conferencias, sobre todo en institutos, ha explicado que a veces le preguntan por la pena de muerte -"ante la que me rebelo", ha asegurado- y por los expresidentes del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y José María Aznar.

"Pero yo no quiero trasladarles mis ideas políticas, sólo pedagogía de la no violencia. Hablar de la no violencia, pedagogía de la no venganza, pedagogía del Estado de derecho", ha subrayado.

"Lo importante es qué vamos a hacer de aquí en adelante, cómo buscamos la convivencia, cómo tendremos que empezar por olvidar los agravios de cada uno", ha concluido.

Beatriz e Iratxe, alumnas de segundo de Bachillerato que asistieron a las charlas, han comentado que escuchar a las víctimas les "hizo saber que en los actos de violencia no hay bandos, hay víctimas".

"Nos permitió ver más cercano el tema, porque es algo de lo normalmente no se habla, ves que somos capaces de perdonar incluso los hechos más horribles", han señalado.