El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, negó ayer tener constancia de que se hayan producido posibles irregularidades en el PP en relación con el cobro de sobresueldos en dinero negro, pero recalcó que, si llega a tener "conocimiento" de que se han producido esas prácticas, actuará sin que le tiemble la mano. Además, subrayó que los últimos tres secretarios generales del partido, Javier Arenas, Ángel Acebes y María Dolores de Cospedal, han dicho "claramente" que la actuación del partido se ha "ajustado a la legalidad". "Si alguna vez tengo conocimiento de irregularidades o de conductas impropias que afecten a militantes de nuestro partido, no me temblará la mano porque es una de mis responsabilidades, y no la menor. Una de mis responsabilidades es que el PP se siga comportando y siga siendo percibido como un gran partido de personas honradas y dedicadas a mejorar la vida de su país", declaró en la clausura de la XX Intermunicipal que el PP celebra en Almería. Este cónclave se había organizado para desgranar las claves de la reforma de la Administración Local que prepara el Gobierno, pero se centró en la polémica que sacude al partido por las revelaciones sobre la cuenta en Suiza del exsenador y extesorero, Luis Bárcenas, y el posible pago en sobresueldos en B a parte de la cúpula.