Un inmigrante subsahariano ha sido descubierto por la Guardia Civil cuando intentaba colarse en Melilla escondido en el armazón del sillón del copiloto de un coche. El descubrimiento se ha producido en la Aduana de Beni-Enzar, cuando los guardias civiles de servicio en ese punto inspeccionaban un turismo de matrícula marroquí con dos ocupantes, el conductor y un acompañante. Al iniciar el reconocimiento, unos extraños bultos llamaron la atención del guardia, que hizo bajar al copiloto. Esos bultos eran el cuerpo de un hombre, que hacía de asiento. El asiento humano es un joven de unos 20 años, indocumentado, que aseguró que venía de Guinea Conakry.