Madrid se convirtió ayer en la primera autonomía que estrena libertad de horarios comerciales con los grandes comercios abiertos, aunque con poco público, y con las tiendas cerradas como cualquier otro domingo.

Cualquier comercio que lo deseara ha podido abrir al público las 24 horas del día, sin restricciones, en virtud de la Ley de Dinamización de la Actividad Comercial en la Comunidad de Madrid, aprobada en la Asamblea el 7 de junio, con los votos a favor del PP y el rechazo de los grupos de la oposición (PSOE, IU-LV y UPyD). Los grandes centros comerciales, como el de La Vaguada (Madrid), abrieron sus puertas pero la mayoría más "por obligación" que por conveniencia, ya que el público, como se preveía, ha sido escaso en la jornada de domingo estival, explicaron la mayoría de los comerciantes consultados.

Quienes sí han tenido más clientes han sido los restaurantes de los centros comerciales, que confían en que las cifras mejoren aún más en septiembre. Tampoco han recibido muchos clientes las tiendas que han abierto en la zona del Barrio de Salamanca de Madrid. El consejero de Economía y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Percival Manglano, afirmó que las nuevas medidas pretenden "estimular la actividad empresarial y reactivar el consumo" y confió en que se incrementarán los ingresos del sector como ha sucedido en zonas ya liberalizadas, como el área de la Puerta del Sol, en donde, dijo, "el domingo se ha convertido en el segundo día en volumen de ventas". Desde ahora, la apertura de un negocio requerirá sólo una declaración responsable en la que el interesado manifieste que cumple con la normativa vigente, el proyecto o documentación técnica que sea preciso en cada caso, y el pago de la tasa municipal o contraprestación económica correspondiente.

En cambio, el sindicato UGT ha denunciado en un comunicado que los nuevos horarios perjudicarán gravemente a los trabajadores que "han visto cómo se han degradado en los últimos años y tampoco se han creado, frente a la propaganda oficial, los puestos de trabajo prometidos".

El sindicato asegura además que los horarios perjudicarán a los trabajadores, al pequeño y mediano comercio y a los consumidores, y fomentarán "el caos" en el comercio de la región, y denuncia que la norma "responde a los intereses de las grandes cadenas de distribución y de los centros comerciales en su afán por mantener e incrementar sus beneficios empresariales".

Según datos que ha citado Manglano, entre enero y marzo pasados fueron creados en la Comunidad 8.330 puestos de trabajo, mientras que a nivel nacional se perdían más de 30.000 empleos.