Los 18 detenidos en Madrid por los incidentes ocurridos en el marco de la "Marcha negra" de los mineros han quedado todos en libertad, aunque las diligencias continúan abiertas y siguen imputados, y dos de ellos deben comparecer semanalmente.

El juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, en funciones de Guardia, liberó ayer a los últimos ocho detenidos que faltaba por tomar declaración y fijó para dos de ellos la obligación de personarse en el juzgado todos los lunes como medida cautelar.

Estas personas mantienen su imputación genérica de atentado a la autoridad, por enfrentarse a los agentes de policía, según ha informado a Efe un portavoz judicial.

Previamente, las otras diez personas detenidas han sido puestas en libertad tras prestar declaración ante la titular del juzgado número 34, que estaba de guardia ayer y que también mantiene para ellos las imputaciones de desórdenes públicos que figuraban en el atestado policial.

La titular del juzgado 41 ha decidido, además, inhibirse en favor de su homóloga del juzgado número 34, que fue la primera en abrir diligencias.