El príncipe de Asturias ha destacado hoy la importancia fundamental de la independencia del Tribunal Supremo para la separación de poderes y ha expresado su deseo de que el acto de reflexión que ofrece su bicentenario contribuya a "seguir perfeccionando" lo mejor del legado de las Cortes de Cádiz.

Don Felipe, que ha presidido -por la ausencia del rey, que viaja a Arabia Saudí para trasladar sus condolencias por el fallecimiento del príncipe heredero- el acto académico conmemorativo del bicentenario de la creación del Supremo, ha subrayado que la creación de esa institución supuso la consagración de su independencia en el marco del principio de separación de poderes.

"Todo ello fue esencial para el establecimiento de un Estado de Derecho moderno, en el que los ciudadanos puedan defender sus libertades y derechos ante las eventuales intromisiones de otros poderes del Estado", ha añadido el heredero de la Corona ante los magistrados presentes en esta ceremonia, encabezados por el presidente del Tribunal Supremo (TS) y del CGPJ, Carlos Dívar.

Mientras en el salón de plenos hacían uso de la palabra el presidente del Supremo y el príncipe, en la calle, ante la sede del alto tribunal, funcionarios de la Administración de Justicia protestaban contra los recortes con una sonora pitada y coreaban gritos como "Dívar, dimite, la Justicia no te admite".

Durante su intervención en este acto conmemorativo, al que ha asistido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, don Felipe ha trasladado a los presentes "un afectuoso saludo" del rey y ha dedicado unas palabras de bienvenida a los representantes de los países iberoamericanos, "con un especial sentimiento de gratitud y amistad".

"Es momento para celebrar, pero también para reflexionar serenamente sobre la trascendencia histórica" de las disposiciones de la Constitución de Cádiz que establecieron la creación del Supremo, ha argumentado a continuación el príncipe, antes de destacar la dimensión iberoamericana de esta efeméride.

En este contexto, ha recordado que tanto la separación de poderes consagrada en la Constitución de Cádiz como la propia creación del Tribunal Supremo "tuvieron influencia y proyección iberoamericanas".

"Termino ya mis palabras con el deseo de que este acto de reflexión y conmemoración contribuya a seguir perfeccionando y desarrollando lo mejor del legado que nos dejaron los diputados de Cádiz", ha concluido su discurso don Felipe.

El príncipe, que a su llegada al Supremo lucía el distintivo de Caballero de la Orden del Toisón de Oro, ha sido recibido a la entrada de la sede de esta institución por Dívar y, a petición del presidente del tribunal, ha llevado también puesto durante la ceremonia el Gran Collar de la Justicia, como suele hacer el rey cuando preside estos actos institucionales.

Tras los discursos, Dívar ha hecho entrega a don Felipe, como obsequio del TS a la Jefatura del Estado, de uno de los ejemplares numerados del libro conmemorativo del bicentenario del Supremo, sobre el que ambos han intercambiado unas palabras mientras lo hojeaban.

A continuación, don Felipe ha asistido a la recepción con que se ha completado el acto conmemorativo, durante la que ha tenido ocasión de conversar con Dívar y otros altos representantes del mundo judicial.