El líder de Izquierda Unida, Cayo Lara, ha garantizado hoy que esta formación contribuirá a la estabilidad del nuevo Gobierno de Asturias, presidido por el socialista Javier Fernández, aunque no vaya a formar parte del Ejecutivo autónomico por decisión adoptada por sus militantes en referéndum.

Lara ha defendido el valor de esta consulta por su carácter plenamente democrático, y más allá de que su resultado no sea compartido por la dirección del partido en el Principado, ha dejado claro que debe atenderse por respeto a la "soberanía" de sus afiliados que, ha remarcado, "no están solo para pegar carteles".

El coordinador general de IU no piensa además que el responsable de IU de Asturias, Jesús Iglesias, deba dimitir porque el referéndum no haya respaldado la entrada en el Gobierno que él defendía, ya que aunque en último extremo sea una "decisión suya" no debería estar condicionada por un acción "democrática" que él ha promovido.

En cuanto al riesgo de que la no incorporación de IU al Gobierno de Fernández pueda acarrear la desestabilización de su equipo, lo ha negado tajantemente, y ha asegurado que IU apuesta por la estabilidad precisamente después de una etapa caracterizada en Asturias por la inestabilidad creada por Foro Asturias y el PP.

Lara ha dicho que ambos partidos actuaron de manera "irresponsable", con su incapacidad para aprobar unos presupuestos y ha contrapuesto esta gestión con la que IU pretende llevar a cabo, aunque sea desde fuera del Ejecutivo, aportando en el Parlamento autonómico la estabilidad que precisa el Principado.

En ese sentido ha apuntado que tras apoyar la investidura de Fernández tocará discutir sobre lo "concreto", esto es, las leyes que se tramiten en Asturias, y que se hará con "pluralismo y democracia".

Cayo Lara ha hecho hincapié en que el proceso que ha llevado a IU Asturias a decidir no entrar en el Gobierno ha supuesto "un ejemplo de aire fresco" y conecta con las corrientes de opinión que exigen más democracia en el funcionamiento de los partidos políticos.

Y ha recordado que Extremadura o Andalucía son dos precedentes de cómo la democracia interna ha funcionado en Izquierda Unida a la hora de decidir su estrategia de legislatura en ambas comunidades autónomas mediante referendos entre sus militantes.