El Ejecutivo garantiza que mantendrá una estrecha relación con el próximo Gobierno francés, gane quien gane las elecciones presidenciales del próximo domingo, y mantiene que seguirá trabajando para que España gane peso en la UE, liderada en los últimos tiempos por el eje franco-alemán.

Fuentes del Ejecutivo subrayaron ayer la apuesta de Mariano Rajoy por que España cuente en las decisiones europeas.

En el caso de que en Francia ganara el socialista François Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel, perdería a uno de sus principales socios en el continente y, según las mismas fuentes, podría reforzar su alianza con Rajoy, miembro del Partido Popular Europeo como el actual presidente galo y aspirante a la reelección, Nicolas Sarkozy.

Mayoría absoluta del PP

Al respecto, recuerdan que "la mayoría absoluta que logró Rajoy en los comicios de noviembre es un activo del que disfrutan pocos países europeos, y ninguno del peso de España en la eurozona".

De hecho, el Gobierno percibe que los socios comunitarios reconocen el valor del Ejecutivo del PP y ven a Rajoy como un líder "serio y duradero", ya que prácticamente tiene cuatro años por delante sin impedimentos parlamentarios para aplicar su programa de reformas. Un programa de ajustes y austeridad que sigue con rigor la doctrina dictada por Bruselas y que, según admiten desde el Ejecutivo, sitúa a España en el centro de todas las miradas porque será aquí donde se demostrará si la férrea disciplina presupuestaria funciona y permite dejar atrás la recesión.

El propio Rajoy ha constatado esta realidad en sus viajes y en los contactos mantenidos en los primeros meses en la Moncloa, diseñados para situar a España en el corazón de la UE.