El movimiento de indignados 15M ha convocado caceroladas para expresar el rechazo al Banco Central Europeo (BCE) y contra "el estado de excepción en que Barcelona se ve sumida por la celebración de esta cumbre".

Barcelona acoge desde ayer y hasta mañana la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) entre fuertes medidas de seguridad, con un total de 8.000 agentes velando por el normal desarrollo de un encuentro de bancos centrales que se inició anoche con una cena oficial en el Palau de la Generalitat.

Al margen de esto, el colectivo ha planteado una oposición a la cumbre con charlas, alejadas del lugar de reunión de los banqueros para explicar el funcionamiento del BCE.

Bajo el título de "Todo lo que quiso saber sobre el BCE y que ningún político se atrevió a contar. Charlas (in)formativas", el movimiento de indignados difundió ayer un manifiesto de rechazo al encuentro internacional y a las declaraciones y actuaciones del conseller de Interior, Felip Puig.

Según aseveran Puig "ha convocado repetidamente a esta reunión a lo que él llama individuos provenientes del neoanarquismo radical, del movimiento de los indignados, ls antiglobalización y sectores radicales universitarios". "Su esperanza es que halla actos de protesta por la visita del BCE para seguir con la estrategia represiva intensificada tras la huelga general", apostillan.

Entre tanto, la Policía Nacional ha detenido a 17 personas y ha denegado la entrada a España de otras 43 en los primeros días de suspensión del acuerdo de Schengen, decidida para reforzar la vigilancia en la frontera con Francia ante este importante evento.