El déficit del Estado llegó al 1,85% del PIB en el primer trimestre, lo que supone casi la mitad del objetivo comprometido para todo el año (3,5%), debido al adelanto de transferencias a otras administraciones, principalmente autonomías, para resolver sus dificultades de liquidez.

Esos adelantos realizados entre enero y marzo no se van a repetir en los tres trimestres siguientes, con lo que su efecto se verá diluido a lo largo del año, lo que lleva al Gobierno a estar convencido de que logrará la meta de déficit acordada para 2012.

A ello contribuirán también las medidas de consolidación fiscal adoptadas por el Ejecutivo para mejorar los ingresos del Estado y que aún no se han reflejado en la recaudación o lo han hecho de forma muy limitada, como es el caso de la subida del IRPF.

La secretaria de Estado de Presupuestos y Gastos, Marta Fernández Currás, explicó que la única medida que de momento ha podido tener efecto en las arcas del Estado es el aumento de las retenciones del trabajo, aunque sólo por un mes y sólo las que han efectuado las administraciones públicas y las grandes empresas.

Por el lado de los gastos, la descompensación viene de las transferencias corrientes realizadas a las autonomías por 4.796 millones de euros y a la Seguridad Social por 2.888 millones.

Fernández Currás hizo hincapié en que haciendo una comparación homogénea con el mismo periodo del año anterior, el déficit del Estado habría disminuido el 11% y se habría situado en el 0,83% del PIB.

Por esta razón, el Gobierno piensa que podrá lograr el objetivo de déficit comprometido para el conjunto del año, que es del 3,5% para el Estado, del 1,5% para las autonomías y del 0,3% para los ayuntamientos, en tanto que para la Seguridad Social se prevé el equilibrio (0%).