Iñaki Urdangarin declaró ante el juez que su labor como presidente del Instituto Nóos entre 2004 y 2006 se limitaba "a la relación institucional de alto nivel", por lo que se hace responsable de "sus acciones u omisiones" pero no de lo que hicieran sus subordinados.

El marido de la infanta Cristina protagonizó hasta las 4.10 horas de la madrugada de ayer una maratoniana comparecencia en los juzgados de Palma que comenzó el sábado poco antes de las 9:00 de la mañana.

Urdangarin aseguró que no dio cuenta ni "a su esposa ni a su suegro" de la reunión que mantuvo en el palacio de Marivent con Jaume Matas para hablar de negocios privados, e insistió en que "en modo alguno" contravino la recomendación de la Casa Real de no contratar con instituciones públicas ni mantener asociaciones mercantiles a largo plazo con Diego Torres.

Según consta en la declaración, junto con la función de representación, se encargaba de seguir las relaciones comerciales y "aportar sus experiencias deportivas a los distintos proyectos".

Respecto al periodo de 2003 en el que fue administrador de Nóos, Urdangarin manifestó que no adoptó "ninguna decisión" y subrayó que desconocía los detalles del día a día de la gestión del instituto y de otras empresas relacionadas que están bajo sospecha.

En esta línea, negó conocer las sociedades radicadas en Belice y Londres investigadas por el juez instructor del "caso Palma Arena", José Castro, y por la fiscalía anticorrupción por si fueron empleadas para desviar fondos públicos y ocultarlos al fisco.

Igualmente, dijo no saber nada sobre unas cuentas supuestamente abiertas en Luxemburgo por la trama empresarial investigada y negó conocer a Salvador Trinchet, imputado como presunto responsable de la red de sociedades internacionales en torno a Nóos.

También rechazó tener una cuenta bancaria en Suiza, sobre la que se le inquirió en relación a la mediación que realizó para poner en contacto a un empresario libanés con Aguas de Valencia.

Por contra, asumió toda la responsabilidad de la gestión de la sociedad Aizoon, de la que es copropietario junto a su esposa, a la que desvinculó de la toma de decisiones, al tiempo que reconoció la posibilidad de que se haya cometido algún "error contable" en esta empresa.

Empresa familiar

Igualmente defendió que hizo socios de su sociedad Namasté 97 a sus dos hijos mayores y a la infanta Cristina porque quería tener una empresa familiar cuyos ingresos fueran en un futuro para sus hijos, aunque ha subrayado que la entidad no tuvo ninguna relación comercial con las sociedades investigadas.

Durante las 21 horas de declaración efectiva ante el juez Castro, los fiscales, las acusaciones particular y popular, y los abogados defensores de los imputados en el caso Palma Arena, el duque de Palma se desvinculó en numerosas ocasiones de todas las decisiones de Nóos y las empresas afines sobre la gestión de los contratos con las administraciones públicas.

Con esta premisa respondió a todas preguntas sobre la mediación con el Govern balear para que asumiera el patrocinio del antiguo equipo ciclista Banesto y los contratos para organizar sendos foros sobre turismo y deporte en Palma, así como tres jornadas sobre deporte en Valencia, actuaciones por las que el Instituto Nóos ingresó 5,8 millones de euros.

Por otro lado, citó los nombres de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberà, y del expresidente de la Generalitat Francisco Camps en relación a la organización de las jornadas sobre turismo y deporte denominadas "Valencia Summit".

Urdangarin apuntó a la responsabilidad de Diego Torres en las cuestiones contables de Nóos y destacó que su relación con su exsocio es "inexistente" desde julio de 2008, por "disparidad de criterios" sobre proyectos compartidos y sus facturaciones.

De hecho, en una conversación con el empresario Miguel Zorío, también imputado en el caso, el duque de Palma le comentó que su socio Diego Torres le estaba "robando", una frase que ratificó en su declaración de anteayer en respuesta a preguntas del fiscal Pedro Horrach.