El Tribunal Supremo absolvió ayer a Baltasar Garzón, por seis votos a uno, del delito de prevaricación del que se le acusaba por investigar los crímenes y desapariciones del franquismo careciendo presuntamente de competencia legal para ello. Afirma que cometió un "error", aunque no puede calificarse de delito porque fue corregido posteriormente por la Sala, que le declaró incompetente.

Solo el magistrado José Manuel Maza votó en contra de la mayoría y así lo expresó en un voto particular discrepante con el resto.

La sentencia señala, en referencia a las demandas de las víctimas del franquismo, que "la búsqueda de la verdad es una pretensión tan legítima como necesaria", pero que "no forma parte del proceso penal" ni "corresponde al juez de instrucción", sino "al Estado a través de otros organismos y especialmente a los historiadores". Igualmente, apunta que los supuestos delitos habían prescrito cuando se presentaron las primeras denuncias en 2006, entre 54 y 70 años después de ocurridos los hechos.

La sala alega que ese tipo penal no existía en el Código Penal vigente en el momento de los crímenes -el de la República- y que es "una ficción contraria a la lógica jurídica" penar que "un detenido ilegalmente en 1936, cuyos restos no han sido hallados en 2006, siguió detenido más allá del plazo de prescripción de 20 años". Incluso si, como argumentó Garzón, se considera que el plazo debe empezar a contar desde la entrada en vigor de la Constitución, el 29 de diciembre de 1978, los hechos habrían prescrito a finales de 1998.

Recurso

El secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernard, que ejerció la acción popular contra Garzón, anunció ayer que recurrirán la sentencia absolutoria ante el Tribunal Constitucional y si es preciso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por entender que se trata de "una sentencia política" dictada por magistrados amigos del exjuez de la Audiencia Nacional.

Amnistía Internacional y la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica celebraron el fallo del Supremo, pero pidieron a la Justicia que no deje de investigar los crímenes cometidos en esa etapa.

En el plano político, el PP aseveró que respeta la sentencia mientras el resto de los partidos se mostraron satisfechos, aunque las formaciones de izquierda, pero lamentan que llega cuando ya "han quitado a Garzón de la circulación".