El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha reconocido hoy que el problema del paro no se debe sólo a la legislación del mercado laboral, pese a que el Gobierno aprobará este viernes una profunda reforma del mercado de trabajo.

Rajoy ha comparecido hoy en el Congreso de los Diputados para explicar los resultados del Consejo Europeo del pasado 30 de enero y ha adelantado que la reforma laboral será "amplia, profunda" y a la vez "equilibrada" y que en ella han influido los acuerdos alcanzados por los agentes sociales y también las "razones de sus desacuerdos".

El presidente ha admitido que la situación respecto al desempleo, es "crítica" y empeorará en 2012, aunque ha destacado que la misión del Gobierno será revertir esa coyuntura con reformas que continuarán durante toda la legislatura.

En este sentido, el secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, Fernando Jiménez-Latorre, ha asegurado que la reforma laboral tiene más importancia que el ajuste fiscal, ya que está en el punto de mira de los mercados y de las instituciones europeas.

Por su parte, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado que la reforma no será la panacea pero propiciará la contratación.

En la Cumbre europea de la que ha informado hoy al Congreso, Rajoy fue "pillado" por una cámara de televisión cuando confesaba en conversación privada con el primer ministro finlandés que la reforma laboral que se va a aprobar el viernes iba a costarle la convocatoria de una huelga.

El presidente ha tenido que responder también a esta cuestión, que ha sido planteada por el diputado de la Izquierda Plural (IU ICV y CHA), José Luis Centella, en la primera sesión de control de la legislatura.

Rajoy ha insistido en el argumento de que al PSOE le hicieron una huelga general en 2010 por "una serie de medidas que se podían considerar algo parecido a una reforma laboral" y se ha preguntado: "por qué tengo que pensar yo que soy de mejor condición que el señor Rodríguez Zapatero".

Ha recordado que tras ganar las elecciones generales pidió a los agentes sociales que llegasen a un acuerdo sobre aspectos de la reforma del mercado de trabajo, y consiguieron uno sobre salarios, pero no pactaron cuestiones como el absentismo y los convenios colectivos.

Por ello, ha dicho que el Gobierno tiene dos opciones: una no hacer nada porque no hay un acuerdo y otra hacer una reforma laboral "porque es lo que creemos que se tiene que hacer para crear empleo en España".

Pese a las críticas a la reforma laboral por parte del diputado de la Izquierda Plural, Rajoy se ha mostrado convencido de que la ley le gustará a este grupo parlamentario y ha dicho que espera contar con su respaldo.

El coordinador general de IU, Cayo Lara, ha advertido de que las manifestaciones de ayer en Madrid de empleados públicos pueden ser un preludio de la huelga general que Rajoy comentó con el primer ministro finlandés.

En el mismo sentido, la portavoz de UPyD, Rosa Díez, le ha preguntado si cuando le pillaron haciendo ese comentario estaba presumiendo de que la modificación legal va a ser "tan buena" que provocará movilizaciones.

Los sindicatos mayoritarios han pedido al Gobierno que les convoquen para explicarles el contenido de la reforma antes de aprobarla.

UGT ha insistido en que el origen del paro está en la crisis provocada por el sistema financiero, la debilidad del tejido productivo, las políticas de ajustes y los recortes presupuestarios.

A su vez, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, ha preguntado el motivo de anunciar una reforma laboral cuando, según lo expresado por Rajoy, la situación de desempleo empeorará en 2012.