Tan solo un día ha tardado Alfredo Pérez Rubalcaba en responder al importante ajuste anunciado por el nuevo Gobierno. El socialista convocó el sábado a su equipo económico para estudiar unas primeras medias de Mariano Rajoy para reducir el déficit que ayer entraron en vigor tras su publicación en el BOE. Sin embargo, para el presidente del Grupo Parlamentario del PSOE, que pidió la comparecencia de Rajoy, el plan llevará a los españoles "a una grave depresión económica y a la destrucción de empleo".

Con el Real-Decreto de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera, el nuevo Ejecutivo pretende reducir gastos en 8.900 millones de euros y subir impuestos en 6.200 millones con el objetivo de reducir un déficit, que se situará en el 8% en 2011, dos puntos porcentuales por encima de lo previsto inicialmente.

Tras el anuncio del plan del Ejecutivo, que congeló el sueldo de los funcionarios, entre otras decisiones que afectan al gasto, Alfredo Pérez Rubalcaba convocó una "reunión de urgencia" con su equipo económico para analizar unas medidas que ya calificó de "graves e injustas".

Después de la reunión, el exministro del Interior dio una rueda de prensa en la que no dudó en asegurar que dicho plan de ajuste "nos va a llevar probablemente a la recesión económica, desde luego a una grave depresión económica, y por tanto a la destrucción de empleo y a una falta de crecimiento de nuestra economía, que ya estamos teniendo, y que se agudizará con el plan que el Gobierno ha presentado".

Subrayó, además, que las medidas de ajuste de Mariano Rajoy no contemplan incentivos al crecimiento, sino una subida de impuestos que deprimirá aún más el consumo y un modelo productivo de "salarios bajos y más trabajo".

Y es que el nuevo Ejecutivo pretende recaudar entre 6.100 y 6.200 millones de euros como consecuencia de algunos cambios fiscales que incluyen un alza temporal y progresiva del IRPF y del Impuesto sobre Bienes Inmuebles.

En este sentido, para Rubalcaba es necesario ajustar y subir impuestos, pero se quejó de que el PP tomó la senda equivocada porque sus medidas perjudican especialmente, aseguró, a las rentas medias y a los jóvenes.

Aumentar la fiscalidad

En vez de incremento del IRPF y del IBI, el PSOE apostó por aumentar la fiscalidad a los grandes patrimonios y a las grandes corporaciones, a éstas últimas reformando el impuesto de sociedades para implantar, por ejemplo, topes en las deducciones a las que puedan acogerse.

Los socialistas realizarán nuevas reuniones en los próximos días para estudiar las medidas de forma individual y explicarán sus análisis en nuevas ruedas de prensa, según ha anunciado Rubalcaba, que en términos generales ha calificado la subida del IBI de "una ocurrencia con pretensiones social demócratas" porque perjudicará a los vecinos de municipios menos prósperos.

En cuanto a los cambios en el IRPF, ha señalado que no son "razonables ni justos" porque el 70% del ajuste lo soportarán los trabajadores que ganan por debajo de los 53.000 euros anuales.

Rubalcaba, que ha negado que el Gobierno de Rodríguez Zapatero conociera y ocultara el desfase del déficit, acusó también al Gobierno de mentir "porque sabía que iba a subir impuestos" y para ello utilizó un "truco contable" como es poner como excusa un déficit procedente de las comunidades para realizar un duro ajuste en el gasto del Estado.

En este sentido, el presidente del grupo parlamentario del PSOE ha anunciado que solicitarán la comparecencia de Rajoy en la Cámara para que explique y desglose a qué administraciones corresponden los dos puntos en los que se ha incrementado el déficit hasta el 8% en 2011. "La comparecencia no es para ver quién tiene la responsabilidad, sino para saber a quiénes corresponde hacer los recortes", ha manifestado.

En la misma línea que su compañero de filas, el secretario general de los socialistas madrileños, envió el sábado un comunicado en el que se quejó de unas medidas "injustas" e "ineficaces" que "hacen que sean las clases medias y bajas las que paguen los efectos de la crisis", "dan la puntilla a las familias españolas" y "suponen un paso hacia el abismo".