Un pequeño número de presos de ETA integrados en el colectivo de reclusos de la banda (EPPK), el que agrupa a los internos fieles a la cúpula etarra, ha comenzado a solicitar en los últimos días acogerse individualmente a beneficios penitenciarios que hasta ahora rechazaban.

Así lo confirmaron fuentes penitenciarias, que explicaron que por el momento se trata de un reducido grupo de reclusos enfermos, que han cumplido las tres cuartas partes de la condena, o a quienes se aplicó la llamada doctrina Parot.

El 13 de noviembre, el EPPK anunció que los reclusos etarras comenzarían de forma inmediata a reclamar la aplicación de los beneficios penitenciarios a los que, a su juicio, tienen derecho.

Sin embargo, hasta esta semana no se había presentado ninguna solicitud formal ante las direcciones de cada uno de las prisiones.

La expectación creada en las cárceles por el anuncio de ETA de un final definitivo de su actividad terrorista ha provocado un cierre de filas en el EPPK, que desde hace meses no sufre nuevos abandonos.