El ministro del Interior, Antonio Camacho, ha advertido hoy de que, tras el anuncio de ETA, ahora queda la tarea "más compleja" y ha destacado que sin el trabajo "impagable" de la Policía y la Guardia Civil "ETA no estaría derrotada y nuestra democracia no estaría segura".

En una comparecencia de prensa rodeado de los altos mandos de la Policía y de la Guardia Civil y de los servicios antiterroristas de ambos cuerpos, Camacho se ha mostrado convencido de que con el cumplimiento estricto de la ley y el trabajo de las fuerzas de seguridad los españoles no volverán a sufrir la "losa" del terrorismo.

"Hemos terminado una parte primera de nuestra tarea, nos queda la más compleja, garantizar a través del cumplimiento estricto de nuestras leyes que nunca más ninguna generación de españoles tenga que sufrir sobre sus espaldas la losa de una barbarie que lastre nuestro progreso y comprometa nuestro futuro", ha remarcado.

Después de una "lucha sin cuartel", ha dicho, "los demócratas por fin hemos derrotado al terror", ha señalado el titular de Interior, que ha recordado que han sido los policías y guardias civiles los que han llevado a la banda a una situación "agónica" y sin que haya conseguido "ni uno solo de sus objetivos".

Camacho ha insistido en que nadie ha sufrido tanto como los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad, casi 500 agentes asesinados a manos de ETA, "por defender una libertad que los terroristas nos negaban a todos".

"Ya nadie tiene miedo a salir a la calle a defender sus ideas, ya nadie tendrá que callar ante la imposición de la violencia. Hoy España es un país más libre", ha remarcado.

Camacho, que se ha reunido esta mañana con los máximos responsables de la lucha antiterrorista, ha dejado claro que las fuerzas de seguridad seguirán trabajando en el futuro con la misma "intensidad, rigor y dedicación" que han permitido que los españoles "puedan hoy celebrar el fin de la violencia".

En este sentido, fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por EFE han remarcado que seguirán con la "guardia alta" y que el anuncio de un cese definitivo de la violencia no modifica la política antiterrorista desarrollada hasta ahora por las Fuerzas de Seguridad.

Es más, los analistas de los servicios de información trabajan con la hipótesis de que ETA no decidirá sobre su posible disolución hasta después de las elecciones vascas previstas para 2013 y en función del resultado que obtenga la izquierda abertzale.

Las fuentes consultadas señalan que la "clave" sobre el futuro de ETA la tendrá el resultado de las próximas elecciones autonómicas, ante la expectativa de que las urnas refrenden una clara mayoría nacionalista.

En ese escenario, y ante la nueva confrontación política que podría originar una apuesta por las vías más abiertamente soberanistas e independentistas, los analistas de las Fuerzas de Seguridad del Estado no descartan que ETA tenga la tentación de reanudar su actividad criminal en "defensa" de la capacidad de decisión del pueblo vasco.

También, el ex director de la Policía y Guardia Civil Joan Mesquida ha manifestado su "prudencia" y "cautela" ya que ETA no se ha disuelto ni ha entregado las armas.

"Hay elementos que son incompatibles con la paz, por tanto el trabajo de fuerzas de seguridad y de jueces y fiscales no ha terminado", ha destacado en declaraciones a EFE.

Con todo, fuentes del Departamento vasco de Interior han indicado que con la decisión de ETA "la situación ha cambiado", por lo que a partir de ahora analizará junto con el Ministerio del Interior el probable recorte o incluso la supresión de la protección a cargos públicos y miembros de otros colectivos que sufrían la amenaza terrorista.

No comparten esta "euforia" el Sindicato Unificado de Policía (SUP) y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), mayoritarios en ambos cuerpos, que recuerdan que pese al anuncio de ETA, la banda no ha dicho que vaya a disolverse, y han exigido que los terroristas no obtengan nada a cambio por dejar de matar.