La portavoz del grupo popular, Soraya Sáenz de Santamaría, ha afirmado hoy que la voluntad del PP cuando llegue al Gobierno es acometer una serie de reformas que permitan reestructurar el gasto público para así "no hacer recortes", sobre todo en lo que se refiere a las prestaciones sociales.

La dirigente del PP ha hecho esta consideración en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de la IX Legislatura, que a su juicio ha sido la legislatura "del paro, de los recortes sociales y de la subida de impuestos", y de un gran "deterioro institucional".

Especial hincapié ha hecho en el gran "retroceso social" que ha supuesto el aumento de tres millones de parados, de manera que en España ya hay casi cinco millones de desempleados, y ha recordado el "mayor recorte social" que el Gobierno acometió en mayo de 2010.

Por ello, considera que si el PP gobierna tras las elecciones tiene ante sí el reto de acometer una serie de reformas, como una reforma laboral que se ha comprometido a negociar con los agentes sociales, para garantizar así el futuro económico de España.

"Gobernar es ante todo fijar prioridades, y en este país hay que hacer reformas para no hacer recortes", ha explicado la portavoz del PP en el Congreso, que ha diferenciado entre quienes piensan que la única manera de reducir el gasto público es hacer recortes de derechos sociales y lo que pretende hacer su partido si gobierna.

La fórmula sería acometer la reestructuración del gasto público de manera que se pueda "eliminar lo superfluo", ha añadido.

Sáenz de Santamaría ha citado entre las primeras medidas que piensa acometer su partido, además de los "ajustes" en gasto corriente para mantener el gasto social, una ley de transparencia y una reforma laboral que permita combinar la "estabilidad" en el empleo con la "flexibilidad" en el mercado de trabajo.

Por otra parte, la portavoz ha arremetido contra el Ejecutivo por una de las últimas medidas económicas adoptadas, la salida a bolsa del 30 por ciento de las Loterías del Estado, ya que le acusa de no "ajustar la cuentas" pero sí "hacer caja malvendiendo loterías".

Así, ha pedido al Ejecutivo que paralice este proceso, ya que supone vender parte de las loterías al importe de lo que recaudaría en siete años, lo que supone, según sus palabras, "un negocio económico ruinoso".

Y ha criticado que el mismo Gobierno que no quiere tomar decisiones económicas importantes, como la prórroga de los presupuestos que quiere dejar para el próximo Gabinete, decida "privatizar algo que es de todos, que es un ingreso recurrente, constante y elevado" para lograr 5.000 ó 6.000 millones de euros.

"No se puede hacer caja a costa de los ingresos futuros de los españoles", ha concluido.