El Pleno del Congreso aprobó ayer la reactivación por dos años del impuesto de patrimonio impulsado por el Gobierno socialista, gracias al apoyo de la izquierda parlamentaria (ERC-IU-ICV y BNG) y a la abstención de PP, CiU y PNV, a pesar de que todos estos grupos la han considerado "ineficaz" y "electoralista".

En concreto, la iniciativa salió adelante con 176 votos favorables, 166 abstenciones y 2 votos en contra que provenían de un diputado del PSOE y de uno del PP, por error.

El debate reflejó el malestar de los grupos parlamentarios por una recuperación del impuesto que tacharon de electoralista, aunque ellos mismos no quisieron dejar constancia clara de su rechazo.

En la defensa del decreto ley, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, alegó que la vuelta del impuesto, con el que se aspira a recaudar 1.000 millones de euros de 160.000 contribuyentes, servirá para reforzar la estabilidad presupuestaria y potenciar la equidad.

También con el objetivo de no perjudicar a las clases medias, según el Gobierno, el mínimo exento se eleva a 700.000 euros y se aumenta hasta 300.000 euros la cantidad que no tributa por vivienda habitual.

La vicepresidenta insistió en que se respeta la capacidad normativa de las comunidades autónomas y en que no afecta a las compensaciones ya previstas en la Ley de Financiación Autonómica.

Tras la votación final, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que se verá cuál es el mecanismo jurídico para evitar que las comunidades autónomas cobren dos veces del Estado por este impuesto, una circunstancia que, a su juicio, no es lógica.

Sobre la votación, llamó la atención sobre la actitud del PP, partido que ha dicho "por activa y por pasiva" que no le gusta el impuesto, pero que ayer se limitó a abstenerse porque "saben que los españoles creen que es justo".

Durante su intervención en el debate, el portavoz del PP, Cristóbal Montoro, criticó al Gobierno por no tomar medidas eficaces contra la crisis y por hacer, en su lugar, un guiño electoral al candidato socialista a pesar de que él mismo calificó de "incorrecto" el planteamiento del impuesto.

Además, se refirió al hecho contradictorio de que el Gobierno lo recupere ahora cuando en 2008 lo había retirado por ser ineficaz, ineficiente e injusto al recaer en las clases medias.

También el diputado de CiU Josep Sánchez Llibre acusó al Gobierno y al candidato de tener una actitud "poco seria y con gran dosis de demagogia, oportunismo y populismo".

Recordó además que "como sabe" el propio PSOE este impuesto "no va a afectar en absoluto" a las grandes fortunas, ya que disponen de mecanismos "perfectamente legales" para eludirlo, y "los que vuelven a pagar su gran improvisación fiscal volverán a ser las clases medias".

El portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, resaltó que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "vendió" que bajar impuestos era de izquierdas, y ahora Rubalcaba intenta desmarcarse y hacer un guiño a los desencantados.

También los diputados del Grupo Mixto fueron muy críticos con las formas "poco serias" con las que se recupera el impuesto en un "gesto electoral a la desesperada" y confuso para las comunidades autónomas, ya que por ejemplo en Navarra UPN ha anunciado que no lo aplicará, mientras el PSOE, su socio de gobierno, "calla" (Uxue Barkos, Nafarroa Bai).