El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su familia, viajaron ayer a Doñana para disfrutar de unos días de vacaciones, aunque probablemente el jefe del Ejecutivo vuelva esta misma semana a Madrid para seguir la evolución de la situación económica.

Según informaron fuentes de Moncloa, es muy probable que Zapatero haga un paréntesis en su descanso estival y regrese a su despacho para mantener reuniones de trabajo.

Zapatero tenía previsto salir ayer por la mañana hacia Doñana, pero retrasó unas horas el desplazamiento después de que la prima de riesgo de la deuda española superase los 400 puntos básicos.

Durante toda la jornada Zapatero se mantuvo en contacto permanente con su equipo económico y conversando con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el líder del PP, Mariano Rajoy, y los portavoces de los grupos parlamentarios, a los que ha explicado la evolución de la situación económica española e internacional.

Así, Zapatero y la vicepresidenta económica, Elena Salgado, tuvieron contactos con autoridades internacionales y expertos económicos de todo el mundo para analizar la inestabilidad de la zona del euro, agravada por la situación en EEUU.

De hecho, el equipo de la vicepresidenta para Asuntos Económicos celebró una interlocución constante con los homólogos de diversos países europeos, en especial con los de Alemania, Francia e Italia, otro de los países más afectados por las convulsiones de unos mercados que no han visto satisfactoriamente el acuerdo entre demócratas y republicanos estadounidenses para elevar el techo de deuda.

Respuestas unitarias

Los equipos económicos de los distintos Gobiernos europeos coinciden en señalar la necesidad de que, ante la gravedad de esta crisis económica y financiera mundial, los Ejecutivos den respuestas conjuntas y unitarias.

Ésta es la conclusión principal de todas las conversaciones de Zapatero y de Salgado con los dignatarios y expertos internacionales.

Según destaca Moncloa, "la actual situación se debe a la crisis financiera que azota la zona euro agravada con la incertidumbre de la situación económica en Estados Unidos".

El jefe del Ejecutivo compartió el diagnóstico que iba recabando con el líder del PP, Mariano Rajoy, y con los portavoces parlamentarios, así como con el candidato del PSOE en las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Fuera de España, las conversaciones con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, fueron frecuentes, precisa Presidencia del Gobierno.

A Barroso le trasladó la necesidad de "agilizar la aplicación de las medidas acordadas en la última reunión del Eurogrupo" del pasado 21 de julio.

Y a todos ellos, añade el comunicado, Rodríguez Zapatero les expresó su preocupación por la situación que vive la economía mundial, ya que "a la incertidumbre en la zona euro por la crisis griega se suma ahora otro factor de inestabilidad procedente de Estados Unidos".