El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, anunció ayer que dejará el Ejecutivo "de forma inmediata" y así se lo transmitió al jefe del ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

Rubalcaba, que mantendrá su escaño de diputado en el Congreso, efectuó este anuncio al comienzo de la rueda de prensa del Consejo de Ministros, en la que dijo que será su última comparecencia de estas características como vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz.

"Ahora ya no me corresponde a mí fijar los tiempos, pero inmediato es inmediato", respondió Rubalcaba al ser preguntado sobre cuándo se materializará el cambio de Gobierno: "Será mañana (hoy), el domingo o en los primeros días de la semana que viene", sugirió.

Recordó que en su primera rueda de prensa, tras ser avalado por el comité federal del PSOE como candidato, el 30 de mayo, ya avisó de que, cuando sintiera que su compromiso como tal le dificultaba las tareas del Gobierno, abandonaría el Ejecutivo.

Y ese momento, según subrayó, ha llegado ahora, 24 horas antes de que el comité federal de hoy le proclame definitivamente como el nuevo cartel electoral del partido para las próximas elecciones.

No se quiso pronunciar sobre un hipotético adelanto electoral y volvió a recordar que esa es "la otra gran competencia" del presidente del Gobierno, la de decidir cuándo son los comicios, junto con la remodelación de su gabinete.

Sin embargo, recalcó que sigue creyendo lo que el propio Zapatero ha dicho en numerosas ocasiones sobre este asunto y comunicó en público: que las elecciones serán cuando tocan, es decir, en marzo.

Maniático de los tiempos

Tras definirse como "maniático" de los tiempos y las formas, "y no digamos de las competencias", insistió en que no hay incompatibilidad legal ni política en encabezar la candidatura y mantener los cargos en el Gobierno, tal y como hacen el propio jefe del Ejecutivo, presidentes autonómicos o alcaldes al presentarse a la reelección.

De todos modos, ha seguido la pauta de su "conciencia" y consideró conveniente abandonar el Gobierno para centrarse en exclusiva en sus tareas como candidato y no dificultar los trabajos de Gobierno.

"Mañana (hoy) diré sí a mi partido, estaré plenamente comprometido con él y veo que no debo seguir en el Gobierno", aclaró antes de apostillar: "Es el momento y es el lugar de decirlo".

Una decisión que Zapatero conocía ya desde hace "mucho tiempo", señaló el candidato socialista, que no quiso dar ninguna pista sobre sus posibles sustitutos en el Gobierno.

Tampoco despejó ninguna incógnita sobre el discurso que pronunciará hoy después de ser proclamado por el comité federal e instó a los periodistas a esperar un poco para conocer "cómo se puede formular un programa de Gobierno" que no es contradictorio con lo que ha venido apoyando en el Ejecutivo.

Lo que sí aseguró es que contará en su proyecto con el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, pese a que no es el director de su campaña electoral, cargo que ocupa la secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano.

"Ya saben quién es Blanco para mí personal y políticamente. Naturalmente contaré con él y espero que él cuente conmigo. Llevamos ocho años trabajando juntos y espero que sigamos haciéndolo", resumió.

Preguntado sobre si su salida del Gobierno podría ser interpretada como una manera de distanciarse de Zapatero y de las decisiones que toma el Ejecutivo, Rubalcaba dejó claro que ha hecho lo que tenía que hacer.

"Si me quedo porque me quedo y si me voy porque me voy. Así es la política. Si me quedo, porque estoy cerca, si me voy, porque quiero distanciarme; y si hablo de los bancos es que me he hecho izquierdista irredento", bromeó, para recordar a continuación que el PP ha pedido su dimisión desde el quinto o sexto día de ser nombrado ministro del Interior.