Rubalcaba dejó claro que será Zapatero el que decida quién le sustituirá en los tres cargos que ahora desempeña -vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz- y si la remodelación implicará a más ministerios, aunque nadie duda de que el candidato no será ajeno a los futuros cambios.

La decisión se conocerá previsiblemente después del fin de semana, una vez que Rubalcaba pronuncie hoy su primer discurso como candidato oficial del PSOE para las próximas generales.

El presidente del Gobierno deberá acudir al Palacio de la Zarzuela para informar al Rey de sus intenciones y, si sigue el protocolo aplicado en otras ocasiones similares, después convocará a los medios en La Moncloa para anunciar los nombramientos.

Entre los eventuales sustitutos de Rubalcaba en Interior el nombre más barajado estos días es el de su "eterno" número dos en el departamento, el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho.

Fiscal y responsable de Seguridad desde que Zapatero llegó al Gobierno, Camacho es hombre de confianza de Rubalcaba y conoce a fondo los entresijos de la lucha contra ETA, dato clave cuando el Gobierno considera que se encuentra ya ante la fase final de la banda terrorista.

Al frente de la portavocía del Gobierno muchos de los responsables del PSOE ven sin dudar al actual ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, considerado junto a Rubalcaba uno de los mejores comunicadores con los que cuenta el partido en estos momentos. Él deja claro que acatará las órdenes de Zapatero, como cuando en octubre dejó sin dudar el Parlamento Europeo para integrarse en el gabinete.

Ésa fue la última remodelación del Ejecutivo que Zapatero ha abordado por el momento y el objetivo, como transmitió a los ministros en la primera reunión que mantuvo con ellos tras los cambios, era contar con "quince portavoces". Pero junto a Rubalcaba sólo ha estado Jaúregui, que ha multiplicado sus apariciones en los medios de comunicación.

Más dudas suscita el puesto de vicepresidente primero y en el PSOE opinan que Zapatero podría limitarse a ascender a la vicepresidenta segunda, Elena Salgado.