Nadie podía olvidar ayer en el hemiciclo el recuerdo del 23-F, hace justo treinta años, y a ello no fue ajeno el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que invocó la conmemoración del fracaso del golpe para evitar discutir sobre su gestión económica con el líder del PP, Mariano Rajoy.

No es que el jefe de la oposición le hubiera dicho nada distinto de lo que suele argumentar en las sesiones de control del Congreso, esto es, que el paro sube, que España crece menos que la UE o que el Gobierno aborda sus reformas "dando tumbos", y todo ello porque Za-patero "es un lastre para la economía española".

El caso es que al presidente no le salía ayer la pelea y se limitó a invocar argumentos conocidos, como calcular que sin el efecto de la construcción en la economía el crecimiento de España sería mayor, o recordar a Rajoy que su único programa dice "la culpa de todo es de Zapatero", para enseguida hacerle una confesión.

"Señor Rajoy, le diré sinceramente que no es un día hoy en el que quiera discutir con usted, hoy es 23 de febrero", dijo interrumpido por las protestas de algunos diputados del PP, molestos porque eludiera el "cuerpo a cuerpo" con su jefe.

Zapatero recordó que "esta Cámara sufrió lo que sufrió" hace treinta años y que "hubo aquí dignidad, unidad y lucha por la libertad, igual que en toda la sociedad española", palabras salpicadas por más rumores procedentes del grupo popular.

"Treinta años después, los que sentimos profundamente eso, que por supuesto somos todos los que estamos en esta Cámara, merece que lo recordemos y homenajeemos", proclamó finalmente, arrancando un largo aplauso a la bancada socialista.

Y permaneció sentado para escuchar la pregunta de la portavoz del PP, Soraya Sáenz de Santamaría, a la vicepresidenta económica, Elena Salgado.

A diferencia de su jefe, Salgado sí tenía ganas de debatir y repartió leña sin parar a su interlocutora. Sáenz de Santamaría le pidió que explicara si estaba satisfecha con la mala marcha de la economía, a lo que Salgado le contestó diciéndole que lo estaba "razonablemente".