El Congreso de los Diputados cerró ayer definitivamente la reforma electoral, una vez que aceptó la enmienda que el PSOE introdujo en el Senado sobre el control judicial de las "herriko tabernas", con lo que corta el paso a Batasuna y a otras organizaciones afines a ETA a que puedan concurrir a las elecciones.

La reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, que modifica aspectos relativos a la Ley de Partidos, fue aprobada por 321 votos a favor y catorce en contra, después de ser respaldada la enmienda del Senado.

En este último debate, intervino, entre otros, el diputado del PNV Aitor Esteban, quien insistió en su rechazo a la reforma porque, a su juicio, "infringe" parámetros constitucionales y por el riesgo de "manipulación" electoral que existe, entre otros argumentos.

Igualmente en contra intervino también el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Ridao, quien criticó que la enmienda de la cámara alta dé otra "vuelta de tuerca" a la ley y pueda acabar con la actividad de las "herriko tabernas" cuando, en este momento en el que la izquierda abertzale se está moviendo, el Gobierno, dijo Joan Ridao, debería tener "mayor altura de miras".

Ninguna rendija abierta

En apoyo de la ley en general y de la enmienda en particular, el diputado del grupo popular José Antonio Bermúdez de Castro señaló que este cambio permitirá cerrar las "herriko tabernas", ya que, según dijo, forman parte del entramado de ETA, al participar, por ejemplo, en la captación de fondos y en el seguimiento de objetivos terroristas.

Antonio Hernando, del PSOE, defendió también la enmienda porque, señaló, el estado de derecho "no quiere dejar ninguna rendija" a los terroristas, y que no puedan tener presencia ni en las elecciones ni en ningún otro sitio.

Después de más de dos años de trabajos para reformar la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, el Congreso concluyó ayer una ambiciosa reforma electoral, que se complementa con otra aprobada el 19 de enero en la Cámara Alta y la cual modifica aspectos generales de la ley.

La proposición relativa a la Ley de Partidos fue promovida por el PP y el PSOE con la finalidad de impedir que Batasuna llegue a las instituciones vía elecciones, y salió adelante con el rechazo, entre otros, del PNV y ERC-IU-ICV, y la abstención de CiU.