La ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, ha ofrecido hoy al PP y a los otros grupos de la oposición establecer bases de consenso para que la acción exterior sea una política de estado y no se vea dañada la imagen de España en el exterior.

Jiménez ha trasladado esta oferta en la comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para exponer los principales objetivos que se ha marcado al frente del departamento, después de relevar a Miguel Ángel Moratinos, el pasado 21 de octubre.

La ministra ha manifestado su intención de "dar continuidad a las líneas fundamentales" de la política que llevó a cabo su predecesor en favor del diálogo, el multilateralismo, la defensa de los derechos humanos y la cooperación al desarrollo como grandes prioridades.

A su juicio, sería "extraño hacer borrón y cuenta nueva" de lo que hizo Moratinos sin que haya cambiado el Gobierno.

Jiménez ha hecho hincapié en que "la política exterior es política de estado" que requiere un esfuerzo para que "no se vea afectada la imagen de España a nivel internacional".

Por ello, ha manifestado su disposición a hablar e intentar "consensuar posiciones que permitan defender de forma consistente los intereses del país".

Ha considerado "legítimas" las diferencias que puede haber en asuntos sensibles como Cuba, Venezuela o el conflicto saharaui, pero ha insistido en que hay margen para "llegar a acuerdos básicos".

El portavoz del PP, Gustavo de Arístegui, ha aceptado esta mano tendida siempre que no sea "desde la imposición y los errores" que cometió Moratinos.

De Arístegui ha instado a Jiménez a rectificar en la línea de actuación aplicada hasta ahora en América Latina o en el Sáhara Occidental.

A su juicio, muchas de las políticas de Moratinos llevaron a España "al anonimato internacional más absoluto y a ver disminuida de forma grave su capacidad de influencia en el mundo".

También ha puesto como condición que se deje de hacer una "defensa a la carta de los derechos humanos" y se respalde el avance de la democracia en países como Cuba.

La ministra ha defendido el diálogo como base para mantener una relación con todos los países desde "el respeto, el reconocimiento y la concertación".

Además de los socios europeos e iberoamericanos con los que España mantiene alianzas más sólidas, ha destacado la importancia de la relación con Estados Unidos, Rusia, Marruecos y Turquía.

Como pilares de su gestión, ha destacado su compromiso con la UE, el multilateralismo, la reforma de Naciones Unidas, la lucha contra el cambio climático y la cooperación al desarrollo.

También ha reiterado su deseo de promover las inversiones de las empresas españolas en el exterior para contribuir a la salida de la crisis.

Sobre cooperación, ha garantizado que el Gobierno mantiene su compromiso de destinar a este fin el 0,7 por ciento del PIB en 2015, después de tener que renunciar a cumplir esta meta en 2012 por culpa de la crisis.

Como defendió Moratinos, Jiménez se ha mostrado en contra de la separación de Kosovo de Serbia, al considerar que su declaración unilateral de independencia en febrero de 2008 fue contraria a la legalidad internacional.

Ha apoyado la continuidad del Foro de Diálogo con Gibraltar para seguir acordando medidas en favor de la población de un lado y otro de la Verja, pero ha reiterado que "sólo" negociará con el Reino Unido sobre la soberanía del Peñón y de las aguas que lo rodean.

La ministra ha abogado además por dar un "renovado impulso" para que se pueda aprobar el proyecto de ley de reforma del servicio exterior, que lleva varios años estancado.