El presidente de la Generalitat, José Montilla, firmó ayer el decreto de convocatoria de elecciones en Cataluña para el próximo 28 de noviembre con un llamamiento a no "renegar" del tripartito ni a considerar este mandato "un guirigay", sino a reivindicar "con orgullo" el trabajo hecho.

El presidente lanzó este mensaje en un acto solemne, celebrado en el salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat, junto a todos los miembros de Govern y a altos cargos y diputados del tripartito.

Sin entrar en "especulaciones" sobre los posibles pactos que se puedan dar tras las elecciones de noviembre, el presidente conminó a sus socios de gobierno a "defender con orgullo y pasión la obra del Govern", y a no caer en la "autoflagelación injusta".

El presidente hizo una cerrada defensa del gobierno formado por PSC, ERC e ICV-EUiA, y subrayó que el balance del Govern de Entesa "supera la comparación con las siete legislaturas precedentes".

"Yo no reniego del acuerdo que las fuerzas de izquierdas sellaron hace siete años para propiciar un cambio de Govern en Cataluña y espero que muchos de vosotros penséis lo mismo", espetó Montilla, "orgulloso" de haber gobernado junto a ERC e ICV-EUiA.

"Para mí pierde sentido que una única fuerza pretenda serlo todo, representarlo todo", subrayó Montilla, quien destacó que ha ejercido el liderazgo desde el acuerdo con otras formaciones y que ello ha deparado una "nueva Cataluña, más madura y plural".

A pesar de la nutrida representación de altos cargos y de representantes de los tres partidos del Gobierno catalán, no asistieron al acto, por motivos de agenda, ni el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Joan Puigcercós, ni su homólogo de ICV-EUiA, Joan Herrera.