El Gobierno aprobó ayer la supresión de las Secretarías de Estado de Turismo y de Iberoamérica, además de dos secretarías generales y cuatro direcciones generales del Ministerio de Exteriores, medidas que supondrán un ahorro de unos dos millones de euros. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, informó ayer de estas medidas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El Ejecutivo eliminó también la figura del alto representante para la presidencia española de la UE, que tenía rango de secretario de Estado, una vez concluido el semestre español.

Los nueve altos cargos suprimidos ayer se unen a los 33 eliminados a finales de abril.

Exteriores mantiene las secretarías de Estado para la UE y la de Cooperación Internacional y funde las de Exteriores e Iberoamérica, que tendrá esta denominación.

El Ministerio de Industria crea la secretaría general de Turismo y Comercio Interior, cuyo titular será el anterior secretario de Estado del ramo, Joan Mesquida.

De la nueva secretaría de Estado de Exteriores e Iberoamérica, que recae en Juan Pablo de Laiglesia, dependerán las direcciones generales para el Mediterráneo, Magreb y Oriente Próximo; para América del Norte, Asia y Pacífico; para África; para Iberoamérica y de Asuntos Multilaterales.

Habrá otras dos Secretarías de Estado, para la UE y de Cooperación Internacional; y una Subsecretaría de Exteriores y de Cooperación. En definitiva, desaparecen del organigrama dos Secretarías de Estado, dos Secretarías Generales y doce Direcciones Generales, bien por eliminación, o bien por cambio de denominación. Habrá trece direcciones a partir de ahora.

La desaparición de la Secretaría de Estado de Turismo no hay que entenderla, dijo De la Vega, como una "merma de la importancia del turismo en España".

Miguel Sebastián será titular de un Departamento que, tras la reestructuración, se organizará en una Secretaría de Estado de Comercio Exterior.