El vicepresidente general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, afirmó este viernes que él no ve al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, "pensando en un cambio de Gobierno" y avisó además a CC.OO. de que una crisis gubernamental no supondría que fuese a haber cambios en la reforma laboral. Asimismo, Blanco afirmó que si el PP se abstiene en la convalidación de la reforma será para seguir en la "ambigüedad" y advirtió que le "sorprendería" que un cambio de Gobierno fuese a implicar cambios en la propuesta de reforma laboral, después de que el pasado jueves el secretario general de CC.OO., Ignacio Fernández Toxo, reclamase un cambio en la dirección económica del Ejecutivo.

El número dos de los socialistas subrayó, en declaraciones a TVE, que lo que Zapatero "tiene en la cabeza es hacer las reformas económicas" necesarias y que tiene por delante 2una ocupación importante" con la tramitación de la reforma laboral y de la Ley de Cajas y los próximos debates parlamentarios, incluido el del estado de la Nación. Por eso dijo que no le ve pensando en cambiar su equipo aunque, puntualizó, cualquier opinión en este terreno "no tiene ningún valor" porque esa decisión le corresponde sólo al presidente.

Respecto a la acción explicativa del Gobierno, opinó que hay un cierto "estereotipo" de autoinculpación por las malas explicaciones "siempre que hay situaciones más difíciles" pero reconoció que el Ejecutivo debe hacer un esfuerzo "permanente para explicar más y mejor" sus decisiones. No obstante, apuntó que si el "pecado" del Gobierno es la explicación pero las decisiones adoptadas son algo "positivo" al final será "una gran satisfacción saber que el camino escogido es el acertado" aunque el Gobierno no se haya "esforzado suficientemente en explicar las cosas".

Además, Blanco defendió una vez más los recortes adoptados por el Gobierno "por responsabilidad", porque con la crisis se está recaudando menos y porque en los últimos años se dieron por "estructurales" ingresos que eran sólo "coyunturales" porque dependían de la "burbuja inmobiliaria". Según dijo, a él le cuesta "mirar a la cara" a los funcionarios de su Ministerio y decirles que se les va a bajar el sueldo.

En todo momento, el dirigente socialista se mostró convencido de que cuando lleguen las elecciones generales la gente verá las cosas "con perspectiva" y valorará "muy positivamente" las decisiones de Zapatero frente al "egoísmo" que a su juicio ha demostrado el líder del PP, Mariano Rajoy.

NACIONALISTAS Y SENTIDO DE ESTADO

También recalcó que "en el momento en que España más lo necesitaba" los partidos nacionalistas han demostrado "más sentido de Estado" que el PP, aunque este partido siempre haga "un discurso de patriotismo" y traten de poner en sus actos "la bandera de España más grande", "y eso es lo que va a quedar para la historia". Blanco calificó a Rajoy como "el mayor activista" para buscar el descrédito del Gobierno y del país con el único fin de "llegar como sea a La Moncloa" en el momento que entiende "más propicio para él". "Entiende que si en este momento hubiera elecciones él tendría alguna opción", indicó, aventurando que su "plan es llegar a Moncloa a lomos de la crisis" para hacer "un ajuste de caballo" y echarle las culpas "a la herencia recibida", es decir, a Zapatero.

A su juicio, el líder de la oposición "confía poco en sus propuestas y por eso "no hace ninguna" y, en concreto, consideró "sorprendente" que se quede en "vaguedades y lugares comunes" sobre la propuesta de reforma laboral. Además, opinó que si finalmente el PP se abstiene en la convalidación del decreto de reforma laboral es porque "la abstención le facilita seguir en el terreno de la ambigüedad, en la falta de concreción y de compromiso". En todo caso, avisó de que en el periodo de presentación de enmiendas el PP tendrá que "retratarse" y decir a los españoles "lo que ellos harían".

Para concluir, Blanco dejó claro, que "para desgracia de Rajoy las elecciones van a ser en 2012" y auguró que "probablemente" éste "se tendrá que seguir conformando, si es que su partido lo consiente, con ser líder de la oposición". Y para entonces, afirmó que no ve "otra cosa" más que a Zapatero como candidato socialista y que así lo está diciendo desde hace "mucho tiempo". "Especular sobre cosas que pueden pasar y que nunca van a pasar no es mi deporte favorito", respondió, preguntado sobre la posibilidad de que el presidente no repita.

ZAPATERO VE DIFÍCIL VOLVER A REPETIR

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, aseguró este viernes que de la conversación que mantuvo con José Luis Rodríguez Zapatero, se interpreta que el jefe del Ejecutivo "en un alto porcentaje considera que va a ser difícil que pueda volver a repetir como presidente e, incluso, que pudiera llegar a ser candidato".

No obstante, Revilla aseguró que para Zapatero éste es un tema "absolutamente secundario", dada la "grave coyuntura" que atraviesa el país, puesto que su "objetivo" ahora es "sacar al país de una situación que podría derivar en una bancarrota. "Él va a poner todos sus esfuerzos ahí sin pensar en el beneficio o en el perjuicio", aunque tenga que "inmolarse" para aplicar las medidas que se le han marcado desde la Unión Europea.

PACTO PARA "LIBRAR A ESPAÑA DE SU PEOR GOBERNANTE"

Por su parte, el vicepresidente del Parlamento europeo y eurodiputado del PP, Alejo Vidal-Quadras, consideró que la "eventualidad de una moción de censura que desemboque en una inmediata convocatoria electoral se va consolidando lentamente". Por ello, no vio con malos ojos un entendimiento puntual de su partido con CiU y PNV para "librar a España del peor gobernante de su historia".

Vidal-Quadras hace estas reflexiones en un momento en el que, según admitió, los medios se hacen eco de forma recurrente de "supuestas maniobras de acercamiento entre el PP y los nacionalistas catalanes y vascos" de cara a posibles pactos generales, un tema que ha resurgido con motivo de la entrevista que mantendrá el presidente del PNV, Iñigo Urkullu y Mariano Rajoy.