El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró ayer que el Gobierno no aceptará enmiendas al modelo de reforma laboral que proponen si afectan a su objeto central o la desvirtúan, "porque el objetivo es que se aplique".

En una rueda de prensa en Burgos previa a la entrega de una medalla al mérito en el trabajo al empresario José Antolín, presidente del grupo multinacional Antolín de componentes de automoción, Corbacho anunció también que el Gobierno pedirá un "esfuerzo" a los grupos parlamentarios para que la reforma se tramite por la vía de urgencia.

El objetivo, explicó, es que se evite en la medida de lo posible la incertidumbre antes de su entrada en vigor como decreto ley.

Corbacho advirtió de que la reforma laboral que ayer entró en vigor tras el decreto aprobado el miércoles por el Consejo de Ministros ni abarata el despido ni servirá por sí sola para crear empleo.

Según Corbacho, la indemnización por despido seguirá siendo similar para los empleados que ya tengan contrato y sólo afectará a las nuevas fórmulas de contratación.