El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró ayer que cuando el PP habla de que los fiscales "no cumplen sus funciones o que cometen fraude procesal" lo que realmente está haciendo el principal partido de la oposición es "defraudar a todos los españoles" ya que, a su juicio, los representantes del Ministerio Público "trabajan por nosotros, son profesionales y lo hacen con objetividad".

En declaraciones a los periodistas, Caamaño añadió que "hacer política y cortoplacismo en estas cuestiones no es bueno porque lo que está detrás son las instituciones democráticas" y subrayó que "no hay libertad sin instituciones democráticas".

El titular de Justicia, que asistió ayer en Málaga al congreso del 25 aniversario de la Unión Progresista de Fiscales (UPF), reiteró en su discurso su "más firme defensa" a la actuación del Ministerio Público "en todos y cada uno de los casos en que desarrolla y despliega esa actividad dentro de las tareas que el ordenamiento jurídico le encomienda".

"Sembrar la desconfianza hacia la Fiscalía afirmando su parcialidad o simple y llanamente que incumple la ley constituye un ataque a la línea de flotación de las instituciones que no podemos ni debemos tolerar", advirtió Caamaño.

Confianza

En este sentido, indicó que las instituciones, y entre ellas el Ministerio Fiscal, "constituyen la infraestructura de confianza sobre la que se edifica nuestra democracia", al tiempo que apuntó que, "sin instituciones fuertes y respetadas, la convivencia en paz y libertad y el respeto de los derechos de los ciudadanos sencillamente no existiría".

"Las instituciones se han de respetar siempre", manifestó Caamaño, agregando que es algo que se debe hacer "se esté en el Gobierno o se esté en la oposición", ya que, "cuando se vierten acusaciones sin fundamento y se habla de fraude procesal de la Fiscalía lo que se está haciendo es defraudar a todos los españoles en su condición de ciudadanos".

El ministro de Justicia expuso que "los responsables políticos tenemos el fin y el deber de no pensar sólo en las instituciones, sino de pensar y actuar institucionalmente", es decir, "actuar responsabilizándonos de las consecuencias de nuestras acciones, de mirar a largo plazo y evitar el cortoplacismo o el regate estratégico y de procurar siempre que las acciones sean por tanto coherentes con los valores que todos compartimos".