El PP tildó ayer la manifestación del pasado sábado en defensa del juez Baltasar Garzón de "radical" e insistió en acusar al Gobierno de atacar al Tribunal Supremo y de provocar, con ello, "un daño a la democracia que tardará en cicatrizar".

El responsable de Comunicación de los populares, Esteban González Pons, se expresó con estos términos en la conferencia de prensa que ofreció en la sede nacional del partido en sustitución de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, quien no pudo regresar a Madrid debido a la celebración en las Cortes de Castilla-La Mancha del debate para retirar el Estatuto.

Según sus palabras, la manifestación de hace tres días en defensa del magistrado de la Audiencia, que a su juicio fue "radical", pues "de moderada tuvo poco", pretendió "coaccionar y limitar el poder de decisión" del Tribunal Supremo, así como proponer un cambio de modelo de Estado al portar algunos de sus asistentes la bandera republicana.

El Gobierno, en su opinión, participó en esas "acusaciones" y "ataques" al Tribunal Supremo con "declaraciones altisonantes", como las recientes del vicepresidente tercero, Manuel Chaves, para quien la actuación de esta instancia judicial en la querella por la instrucción de Garzón en el caso de las víctimas del franquismo crea "alarma social".

Tras recordar estas declaraciones del ministro, Pons aseguró: "Si el Gobierno mina la credibilidad del Supremo, mina la credibilidad de las instituciones neutrales que permiten que la democracia sea posible".

Incidió en sus acusaciones al Ejecutivo al afirmar que "está más cerca de las minorías radicales que de los ciudadanos" y que, gracias a esta "polémica que no tiene nada que ver con el día a día de los españoles", procura "ocultar la crisis" y "dividir" a los españoles.

Una crisis que para González Pons es "triple", ya que a la económica y social, el Gobierno, con su comportamiento, ha sumado la institucional.

Tras pedir "máximo respeto" a las instituciones judiciales, el vicesecretario de Comunicación del PP ha abogado por "no politizar las instituciones neutrales" y por mantener a éstas indemnes ante cualquier ataque, como el que a su juicio tiene lugar desde hace unos días por el proceso a Garzón.

Pons, con todo, destacó que su partido estará siempre con las víctimas, también las de la Guerra Civil, ya que tienen derecho a saber dónde están enterrados sus familiares y reclamar el honor que les corresponde.