El Tribunal Supremo (TS) considera que el general de Sanidad Vicente Navarro, condenado a tres años por falsear las identificaciones de 30 de los 62 militares muertos en el accidente del Yak-42 en Turquía, se limitó a asignar nombres a bolsas, haciendo parecer que los había identificado.

El general Navarro, según el alto tribunal, "no realiza la identificación de treinta de los cadáveres, sino que asigna un nombre a una bolsa, haciendo parecer que los había identificado, incluso lo manifiesta a sus superiores y a sus subordinados".

"Y, desde esa mendacidad, redacta los certificados de defunción de personas que, efectivamente, habían fallecido, pero sin identificar el cadáver respecto al que había certificado su fallecimiento", señala el alto tribunal.

Estas son algunas de las consideraciones que realiza la Sala de lo Penal del Supremo en la sentencia, en la que confirma la condena de tres años impuesta al general y de 18 meses al comandante y al capitán médico José Ramírez y Miguel Sáez, en calidad de cómplices.