Un agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) confirmó que la monografía, que el ex espía Roberto Flórez asegura haber realizado por encargo de sus superiores, "se hizo", aunque negó que "se le encargara el supuesto práctico" para evidenciar las deficiencias en el entonces llamado CESID -desde el año 2002, pasa a conocerse como CNI-, en el que Roberto Flórez dice que incluyó las cartas enviadas a Rusia.

Así lo explicó el abogado Manuel Ollé a la salida de la segunda sesión del juicio contra su cliente, el ex agente de los servicios secretos españoles Roberto Flórez, acusado de vender información a Rusia, y para quien la Fiscalía y la Abogacía del Estado han solicitado 12 años de prisión por un delito de traición contra la patria.

El acusado declaró el lunes que las dos cartas en las que ofrecía su colaboración a Rusia, y que se encontraron en su domicilio de Tenerife cuando fue detenido en 2007, eran ficticias y formaban parte de un "supuesto práctico" que realizó para una monografía encargada por el CNI en el año 2001, y que tenía como objetivo evidenciar las deficiencias de seguridad de lo que entonces era el CESID.

Testigos

Además del funcionario del CNI, encargado de visualizar la documentación incautada a Flórez, que ayer declaró como testigo en la vista, también prestaron declaración los cuatro guardias civiles que practicaron un registro el 23 de julio de 2007 en dos viviendas situadas en Puerto de la Cruz, ciudad donde fue detenido Roberto Flórez.

Ollé añadió que todos ellos estaban citados en calidad de "testigos" y que, como "cada uno ha contado lo que hizo, ha sido una sesión muy técnica".

El primer juicio por delito de traición que se celebra en España desde el retorno de la democracia se reanudará mañana en la Audiencia Provincial de Madrid, donde prestarán declaración peritos del Departamento de Acústica e Imagen del Servicio de Criminalística y del Grupo Técnico Informático del CNI.