EN EL ARRANQUE de la presidencia rotatoria de la UE que este semestre corresponde a España, el presidente Rodríguez Zapatero ha querido retratarse en La Moncloa con Felipe González, Jacques Delors, Pedro Solbes y Elena Salgado. Tengo para mí que el recorrido político del encuentro termina en la propia foto, porque nadie con criterio puede llegar a creer que Zapatero tiene interés en conocer las recetas de Felipe González o Pedro Solbes para salir de la recesión, puesto que con el primero apenas se relaciona y al segundo -que hace unos meses era vicepresidente y ministro de Economía- lo destituyó con el argumento de que necesitaba otra cabeza para encarar la crisis económica.

La presencia en la reunión de Jacques Delors, afamado europeísta fuera ya del circuito político por razones de edad, se explica por su amistad con Felipe González. Para saber por qué estaba la vicepresidenta Salgado habría que conceder algún crédito a las informaciones que precedieron la citada reunión; reportes de cámara según los cuales Zapatero había creado un "comité de sabios" para dejarse asesorar en cuestiones relacionadas con la UE y escuchar sus ideas sobre la situación económica. Un mensaje que repetido una y otra vez por la televisión -en estos días de pocas noticias- le permitió a La Moncloa ganar un día. Y en política un día es mucho. Sobre todo si cae uno en la cuenta de en cómo va Zapatero en las encuestas. Incluidas las del CIS.

Vendrán más días y más fotos sin otro fundamento que su buscado efecto mediático, pues poco más de sí da la presidencia de turno de la UE tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa.