El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, afirmó ayer que el régimen cubano se ha "equivocado" al expulsar al eurodiputado socialista Luis Yáñez, aunque dijo que mantiene su plan de cambiar la relación de la UE con la isla durante la presidencia española de turno.

En un encuentro con corresponsales extranjeros, Moratinos aseguró que "no es una buena noticia" que no se permitiera el pasado domingo la entrada a Cuba de Yáñez con un visado de turista cuando pretendía pasar sus vacaciones con su esposa, la diputada socialista Carmen Hermosín. "No es una buena noticia, pienso que los cubanos se han equivocado con esta expulsión", dijo Moratinos.

El ministro admitió que la posición crítica de Yáñez con el régimen castrista no es del agrado de las autoridades de La Habana, pero añadió: "De ahí a expulsarle..."

A pesar de la gravedad de este incidente, Moratinos garantizó que España intentará convencer a los Veintisiete para modificar la llamada posición común, que fija desde 1996 las reglas de la relación de la UE con el régimen castrista.

Esa postura de la UE, promovida por el ex presidente del Gobierno español José María Aznar, liga el diálogo con las autoridades cubanas a avances concretos en materia de democracia y derechos humanos.

A juicio de Moratinos, lo importante es tratar de ayudar a Cuba en su proceso de reformas desde el diálogo, no desde la imposición. "El aislamiento, el bloqueo y el embargo no llevan a nada. No han dado ningún resultado en 50 años", opinó el titular de Exteriores, quien apuntó que abrir esta nueva etapa "no es cosa de un día o dos", sino que necesita tiempo.

También dejó claro que la nueva relación con Cuba iría acompañada de iniciativas a favor del respeto de los derechos humanos en la isla, donde hay alrededor de 200 presos políticos.

Moratinos subrayó que, de no ser posible este consenso con todos los socios europeos durante el presente semestre, en el que España estará al frente de la UE, su país mantendrá la relación bilateral con Cuba, impulsada en abril de 2007 cuando visitó La Habana.

Por su parte, Luis Yáñez aseguró ayer que considera una "torpeza" y un "error" de las autoridades cubanas no haberle permitido entrar en la isla cuando viajaba en calidad de turista junto a su esposa.

Yáñez afirmó que en el momento de prohibirle la entrada no le dieron ninguna explicación y que en las horas transcurridas desde el incidente nadie del Gobierno cubano ha contactado con él.

Afirmó también que no tenía preparada ninguna "agenda" en su viaje, previsto del 3 al 8 de enero, y con "intención privada", pero añadió que "como ciudadano libre que vive en un país democrático no me autocensuraba para ver a quién quisiera ver en Cuba, con los únicos límites de que si esas personas eran del ámbito político no fueran personas radicales y sí partidarias del diálogo y la reconciliación nacional, demócratas, en una palabra".