Las autoridades cubanas denegaron la madrugada de ayer, sin explicación alguna, la entrada en la Isla del eurodiputado socialista Luis Yáñez, pero no la de su mujer, la presidenta de la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, Carmen Hermosín, que como él viajó a la Isla con un visado de turista, según informaron fuentes del PSOE.

Ante esta situación, el matrimonio decidió entonces tomar otro vuelo de regreso a España, adonde llegó en torno a las 14:30 horas de ayer, agregaron las fuentes, que puntualizaron que no les consta que Yáñez tuviera previsto reunirse con algún miembro de la disidencia cubana durante su estancia en la isla y subrayaron que el eurodiputado no viajaba con una agenda política, sino que su objetivo era hacer turismo.

La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, se enteró de la noticia a través de un SMS que Yáñez le envió de madrugada y habló ayer con el embajador de Cuba en España, Alejandro González, quien no pudo ofrecerle una explicación de lo ocurrido.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha convocado para hoy al embajador cubano, a quien pedirá las "explicaciones pertinentes" sobre la "injustificada inadmisión en territorio cubano" de Yáñez, según destaca un comunicado, en el que se avanza que González será recibido por el secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia.

Se da la circunstancia de que el Gobierno de Cuba ya le había impedido viajar a la Isla en julio de 2008, ocasión en la que fue invitado a participar en un congreso del grupo disidente Arco Progresista, de Manuel Cuesta Morúa.

Yáñez forma parte de la delegación de la Eurocámara para las relaciones con Mercosur y de la delegación en la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana.

Su inadmisión se produce cuatro días después de que España haya asumido la presidencia del Consejo de la UE, en la que ha manifestado su voluntad de intentar lograr el consenso de los 27 para alcanzar un marco bilateral de cooperación con Cuba que sustituya la Posición Común que rige la política comunitaria hacia la isla desde 1996 y que condiciona la cooperación a avances en democracia y derechos humanos.

Las reacciones políticas no se hicieron esperar y ayer mismo Elena Valenciano elevó una queja en nombre de su partido a las autoridades cubanas por la "incomprensible" expulsión de este país del eurodiputado socialista.

Por su parte, el coordinador de Política Internacional del PP, Jorge Moragas, solicitó al Gobierno que deje de defender en las instituciones europeas un posible proceso de aperturismo en Cuba, ya que no hay en el "régimen" de Raúl Castro una "actitud tolerante" y "permeable a las reformas".

También el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, criticó la actitud de las autoridades cubanas e instó al Ejecutivo que reflexione sobre su política hacia la Isla. Mientras, el eurodiputado conservador español José Ignacio Salafranca, copresidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana (Eurolat), expresó su solidaridad con Yáñez y tachó lo acontecido de "intolerable".

Por último, el presidente del ilegalizado Partido Socialdemócrata de Cuba, Valdimiro Roca, criticó "el apoyo incondicional de Zapatero y Moratinos" al Gobierno de La Habana sin contraprestación alguna y auguró que "la represión va a aumentar muchísimo" durante la presidencia española de la Unión Europea.